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sábado, 3 de agosto de 2019

Los animales no pueden seguir el ritmo del cambio climático

Decenas de especies ya están intentando adaptarse pero los primeros datos señalan que pocas lo logran.

El cambio climático va demasiado deprisa para los seres vivos. Los intentos de adaptarse se producen en todos los órdenes de la vida: con el aumento de la temperatura, hay árboles que están ocupando espacios cada vez más al norte o cotas más altas de las montañas. Muchas aves están adelantando sus migraciones y los peces se están desplazando hacia el norte. Pero los pocos estudios que hay lo suficientemente extensos en el tiempo muestran que son pocas las especies que se adaptan al calentamiento global.

Un grupo de investigadores, entre ellos varios españoles, han revisado las publicaciones científicas que han estudiado la respuesta de los distintos animales al aumento de las temperaturas provocadas por el cambio climático en curso. Encontraron casi 5.000 estudios con datos de más de 1.400 especies en los que se recogían la conexión entre evolución de las temperaturas y cambios en determinadas características o patrones de conducta de los distintos animales, como el adelanto del periodo de cría o el de las migraciones.

El estudio, publicado en Nature Communications, no ha encontrado confirmación de que las especies estén experimentando cambios morfológicos por la presión selectiva del aumento de la temperatura. Pero sí cambios fenológicos, adaptaciones de patrones de conducta de su ciclo vital, en general en forma de adelantamiento de los eventos de ese ciclo, como el fin de la hibernación o el inicio del periodo de apareamiento y cría. Pero estas adaptaciones no son suficientes ante el acelerado ritmo del cambio climático.

Muchas especies han adelantado el fin de la hibernación, las migraciones o la época de cría

"Vemos que algunas poblaciones cambian demasiado poco a poco, por lo que enfrentan un riesgo de extinción en un espacio de tiempo relativamente corto", sostiene en un correo el biólogo evolutivo del IZW y coautor del estudio Alexandre Courtiol.

"Con esta base de datos podemos decir cómo ha afectado la temperatura a las características. Por ejemplo, mostramos que, a lo largo de muchos taxones [grupo de organismos emparentados, que en una clasificación dada han sido agrupados, asignándole un nombre en latín, una descripción si es una especie y un tipo], el tempo de los diversos eventos biológicos se ha adelantado a medida que las temperaturas iban subiendo en las últimas décadas", explica en un correo la investigadora del Instituto Leibniz para la Investigación de la Vida Salvaje y Zoológica (IZW, con sede en Berlín) y principal autora del estudio, Viktoriia Radchuk. "Pero este conjunto de datos no podía contarnos nada sobre si estas respuestas de las especies son adaptativas, es decir, si se traducen en alguna ventaja de adaptación, como un mayor número de crías sacadas adelante", añade.

Para saber si hay respuesta adaptativa al cambio climático hace falta estudiar las poblaciones durante muchas generaciones, como los 54 años que ya lleva el estudio de las gaviotas de pico rojo de la península Kaikoura, en Nueva Zelanda.

Para poder determinar si un cambio es adaptativo o no, hace falta trabajar durante décadas con las mismas poblaciones. Por eso, apenas hay estudios que respondan a esta última cuestión. Solo encontraron 71 trabajos sobre menos de 20 especies, la mayoría aves. Investigadores españoles de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) aportaron sus investigaciones con tres de esas especies: la carraca (Coracias garrulus), el autillo (Otus scops) y la urraca (Pica pica) en la zona Guadix - Baza, en el interior de Granada.

"Hemos observado que las carracas y autillos han avanzado su fecha de puesta, cada año ponen los huevos antes, pero no así las urracas que no han modificado su fenología durante estos últimos años", comenta el investigador de la EEZA Jesús Miguel Avilés. Este cambio de la fecha de puesta no conlleva beneficios al autillo, porque no tiene mayor descendencia cuando cría más pronto, mientras que las carracas sí tienen más pollos al adelantar la reproducción.

Aún más preocupante es el hecho de que los datos disponibles se refieren a especies relativamente comunes y abundantes, como el carbonero común, el corzo o la urraca, que están sobrellevando mejor el impacto climático. "Las respuestas adaptativas entre las especies más raras o amenazadas aún están por investigar", dice en una nota Stephanie Kramer-Schadt, también del IZW, y añade: "Tememos que las previsiones de mantenimiento de las poblaciones de estas especies claves para la conservación sean aún más pesimistas".

El Ártico se derrite

La ola de calor intensifica los deshielos en Groenlandia y va camino de provocar vertidos récord de caudales de agua dulce en el océano, lo que hará subir el nivel del mar.

Calor, fuego y deshielo galopantes. Son las tres palabras que mejor describen la particular situación que viven este verano las regiones árticas, que también están sufriendo episodios de altísimas e inusitadas temperaturas. Los países y regiones ribereñas del océano ártico (particularmente Alaska, Canadá, Siberia, Groenlandia y sus aguas oceánicas) registran un calentamiento mucho más acusado que el resto del planeta. Y lo que sucede este verano es una evidencia más.

Las temperaturas en las regiones árticas se han disparado este verano y han provocado condiciones muy favorables para los incendios forestales. En paralelo, el ritmo de los deshielos en todo el círculo polar ártico se ha acelerado y marca niveles similares a los del 2012, el año con más deshielos.

Cuando uno piensa en Groenlandia, probablemente le vienen a la mente imágenes de un paisaje helado, áspero e inhóspito, y no un paisaje de hielo lleno de estanques y arroyos transformados en ríos furiosos. Pero esta es la imagen actual que ofrece esta gran isla, a la que ha llegado de lleno la ola de calor que afectó a Europa la semana pasada. La consecuencia es un derretimiento de su plataforma helada sobre tierra, que podría alcanzar sus mínimos históricos.

El 30 de julio se registró una temperatura de 20,6 ºC en la estación de Qaarsut (en la zona occidental de Groenlandia, cerca del paralelo 71° N), y en la estación Norte, situada a 900 kilómetros del Polo Norte, se registró una temperatura de 16 °C.

Fuego. Esta imagen del 23 de julio muestra cómo las regiones árticas de Alaska y Canadá registraban más de 100 incendios forestales, visibles como puntos amarillentos.

Groenlandia ya experimentó un intenso episodio de deshielo entre los días 11 y 20 de junio.

El 31 de julio fue el día con un derretimiento más grande (desde al menos el año 2012). El 60% de la capa de hielo perdió al menos 1 milímetro mientras que se vertieron en el océano más de 10.000 millones de toneladas de hielo, según los datos del Portal Polar, un sitio web administrado por instituciones danesas de investigación polar y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo.

Así, desde el 1 de junio, la capa de hielo ha perdido un total de 240.000 millones de toneladas, una cifra muy cercana a la registrada al acabar el año 2012 (290.000 millones de toneladas).

“El deshielo podría batir el récord de 2012, ya que se prevé que se mantengan las temperaturas templadas y que la temporada de deshielo dure hasta finales de agosto. Entonces sabremos cuáles son las cifras definitivas de la temporada”, ha explicado la climatóloga del servicio meteorológico danés Ruth Mottram a Euronews.

Las consecuencias son un enorme vertido de agua dulce y fría sobre el Atlántico Norte, que puede alterar las corrientes oceánicas y hará subir el nivel del mar. Durante un año como 2012 o 2019, el agua producida por la capa de hielo de Groenlandia aporta más de 1 milímetro a los niveles globales del mar, según Jason Box, profesor y climatólogo en el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia.

Otras regiones del círculo polar ártico también se han visto afectadas por las altas temperaturas. Los termómetros han marcado registros hasta 10 grados más de lo normal para estas fechas.

En el océano ártico la superficie helada se sitúa en niveles del 2012, año que marcó la extensión mínima

Anchorage, la ciudad más poblada de Alaska, sufrió una insólita ola de calor el 4 de julio, cuando el mercurio registró 32ºC y superó el anterior récord (29,4ºC). Las localidades de Kenai, Palmer y King Salmon, también en Alaska, sufrieron situaciones parecidas (más de 30ºC). “Estas temperaturas tan elevadas son altamente inusuales, pero no inesperadas”, declara a este diario Michael Sparrow, científico principal del programa mundial de Investigación del clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). “Conforme la Tierra se calienta a causa del cambio climático, las temperaturas extremas se vuelven cada vez más probables”, explica.

Estos episodios cálidos han propiciado además grandes incendios forestales en algunas de estas regiones árticas, incluida Groenlandia. Los incendios forestales declarados en Siberia hasta el 29 de julio han afectado a una superficie de 33.200 km2, según la Administración rusa. En total, se han registrado 745 focos activos, que han provocado un daño ecológico ingente. El humo fue claramente visible desde el espacio.

“No es raro que haya incendios en regiones árticas en verano”, declara a este diario Mark Parrington, experto del servicio de vigilancia atmosférica de Copernicus. “Lo inusual es la latitud y la intensidad de estos últimos, así como su duración”, sentencia. Las emisiones de CO2provocadas por los incendios forestales declarados en el círculo polar ártico ascendieron a 75,5 millones de toneladas, un valor comparable a las emisiones anuales por la quema de combustibles fósiles en Colombia en el 2017.

Ríos. El caudal de los hielos derretidos fluye en el fiordo cerca de Kangerlussaq, al oeste de Groenlandia (izquierda), antes de que entre en agujeros que conducen al mar

“Al quemar vegetación, los incendios forestales también reducen la capacidad de la biosfera para absorber dióxido de carbono. Si se quiere luchar contra el cambio climático, es preciso aumentar esa capacidad”, dice Oksana Tarasova, experta de la OMM. Todo ello ha comportado una reducción importante del hielo marino en el Ártico. En julio, la superficie de este hielo marino se situó en el mismo nivel que en el 2012, año en que tuvo la menor extensión desde que se hacen registros por satélite (1979), según el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la Universidad de Boulder en Colorado (EE.UU.).

Las elevadas temperaturas son una constante este año. Julio, al menos, igualó, si no superó, el mes más caluroso desde que se iniciaron los registros a mediados del siglo XIX, según los nuevos datos de la OMM. El hecho se produce después de que el mes de junio también batiera su propio récord de temperaturas más altas. La OMM espera que el 2019 sea uno de los cinco años más cálidos registrados y que el periodo 2015-2019 se convierta en el más caluroso en comparación con quinquenios anteriores. “Se está acabando el tiempo para manejar aumentos peligrosos de temperatura con múltiples impactos en nuestro planeta”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

Datos de la OMM
Julio igualó, si no superó, el mes más caluroso de la historia a nivel mundial

Los datos son particularmente significativos porque el año 2019, a diferencia del 2016, no ha estado marcado por un fuerte El Niño, un fenómeno consistente en un fuerte calentamiento de las aguas del Pacífico tropical con impacto en todo el mundo.

“Sólo este año, hemos visto que se batían récords de temperatura desde Nueva Delhi hasta Anchorage, desde París hasta Santiago, desde Adelaida y hasta el Círculo Polar Ártico. Si no tomamos medidas sobre el cambio climático ahora, estos eventos climáticos extremos se convertirán sólo en la punta del iceberg”, añadió António Guterres, secretario general de la ONU.

Bélgica, Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido tuvieron el día 25 de julio las temperaturas más altas de su historia (desde que se hacen registros). París registró el 25 de julio su día más caluroso, con una temperatura de 42,6 °C. Es una temperatura típica del mes de julio en Bagdad.

“Estas intensas y extendidas olas de calor llevan la firma del cambio climático provocado por el hombre. Todo esto es coherente con el hallazgo científico que muestra evidencias de sucesos meteorológicos más frecuentes, prolongados e intensos a medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero conducen a un aumento de las temperaturas mundiales”, señala Johannes Cullmann, director del departamento de Clima y Agua de la OMM.
Fuente y más información:
https://public.wmo.int/es

miércoles, 10 de julio de 2019

El hallazgo de dos nuevas mariposas en Ceuta, suma un total de 255 especies en España

Dos nuevas especies de mariposas diurnas han sido descubiertas en la Ciudad Autónoma de Ceuta -una zona carente de estudios sobre estos insectos- y que se suman a los 253 taxones contabilizados ya en España, uno de los países con mayor diversidad de lepidópteros de toda Europa.

Los ejemplares, conocidos por su nombre científico como Anthocharis belia y Zerynthia africana, son mariposas de colores vivos y de un tamaño mediano que solo vuelan en primavera, han avanzado a Efe investigadores de la Asociación Española para la Protección de las Mariposas y su Medio (ZERYNTHIA).

Mariposas de colores vivos
Las dos mariposas observadas cuentan con especies muy parecidas en el continente europeo, sin embargo, han permanecido separadas un periodo de entre dos y tres millones de años, “lo que ha permitido su diferenciación como taxones distintos a ambos lados del estrecho de Gibraltar”, ha apuntado el presidente de ZERYNTHIA y líder del estudio, Yeray Monasterio.

Respecto a la peculiaridad de sus características, el experto ha subrayado que la Anthocharis belia se trata de una mariposa amarilla con manchas negras y rojas en las alas, mientras que la Zerynthia africana es un insecto de una tonalidad amarilla intensa con las puntas de las alas anaranjadas.

Zona de Calamocarro-Benzú
Con estas dos nuevas incorporaciones, “encontramos en España un total de 255 especies de mariposas diurnas”, de las cuales 18 están presentes exclusivamente en Canarias, una solo en Melilla, y dos que tan solo es posible observar en Ceuta, ha señalado el entomólogo.

Estos insectos fueron hallados dentro de los límites de la zona de Calamocarro-Benzú, la mayor zona verde de la ciudad autónoma ceutí, que el pasado lunes se vio afectada por un incendio que arrasó cerca de 40 hectáreas.

Efectos del incendio en ese espacio natural
Monasterio se ha mostrado preocupado por el efecto que puede tener el fuego, ya controlado, sobre la diversidad de especies que habitan en la zona, “muchas de las cuales aún no han sido descubiertas porque el territorio ceutí es un lugar de paso, pero no suele ser un objeto de estudio”.

En el caso concreto de estas mariposas, un incendio como el que se ha producido en su hábitat “puede tener efectos devastadores” sobre sus poblaciones porque puede matar a las crisálidas y acabar con las plantas de las que se alimentan sus orugas, ha precisado.

En este punto ha destacado, que cuando descubrieron estas familias de lepidópteros estaban en “buen estado de conservación”, no obstante, tras este suceso “no estamos seguros de si habrán sobrevivido sus poblaciones, por lo que tendremos que volver el próximo año comprobarlo”.

España, gran diversidad de mariposas
El hábitat de Calamocarro-Benzú, catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves, está integrado dentro de la Red Natura 2000 y se incluye en la en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la región biogeográfica mediterránea.

El experto ha destacado que “por su situación geográfica y orográfica España es uno de los países con mayor diversidad de lepidópteros de Europa”.

A su juicio, este hallazgo “muestra que Ceuta es un territorio inexplorado en el que conviven especies animales que aún no han sido descubiertas” y ha incidido en la necesidad de seguir investigando a fin de diseñar estrategias específicas de conservación “que tengan en cuenta las características de cada animal y cada planta y respeten sus ecosistemas”.

lunes, 8 de julio de 2019

El parque de Vatnajökull (Islandia), declarado patrimonio de la humanidad

La Unesco incluyó el pasado viernes en la Lista del Patrimonio Mundial el parque nacional de Vatnajökull (Islandia), un extenso territorio donde la naturaleza cambiante del fuego y el hielo forjan paisajes sorprendentes.

Esta decisión fue adoptada en la cuadragésima tercera sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra Baku, la capital azerbaiyana y que concluirá el próximo miércoles día 10 de Julio.

En ese espacio, según destaca la resolución del Comité, hay diez grandes volcanes -ocho subglaciales-, de los cuales dos se cuentan entre los cuatro más activos de Islandia.

Se trata, añade el texto, de “un sistema donde el magma y la litosfera interactúan con la criósfera, la hidrosfera y la atmósfera para generar relieves y procesos geológicos extremadamente diversos y dinámicos que no están o están poco representados en la Lista del Patrimonio Mundial”.

El sitio incluye la reserva natural de Herðubreiðarlindir, pero de momento no abarca el corredor del río Jökulsá á Fjöllum y un sector norte del parque nacional, el mayor de Europa, a fin de facilitar las consultas entre las autoridades y los propietarios de las tierras e implementar medidas de protección adecuadas.

En su resolución, el Comité recomienda a Islandia adoptar una serie de medidas para mantener y fortalecer la protección del sitio, entre las cuales se cuenta el despliegue de mayores recursos humanos en vista de las áreas recientemente añadidas al parque, así como por el incremento de las visitas.

Visitantes entre una laguna y una cascada
En cuanto a esto último, sugiere en particular habilitar instalaciones para los visitantes en las zonas más concurridas junto a la laguna Jökusárlón y la cascada de Dettifoss, en el sur y el norte de sitio, respectivamente.

Además, el Comité solicita que se implemente una certificación efectiva de los operadores comerciales y guías que trabajan en el sitio, y se adopten medidas para disuadir a los visitantes de conducir vehículos fuera de los caminos autorizados y rehabilitar las aérea ya afectadas.

El parque nacional del Vatnajökull, el mayor de Europa, debe su nombre al glaciar homónimo, que ocupa unos 8.000 kilómetros cuadrados, el 8 por ciento del total de la superficie total de Islandia.

El sitio comprende la totalidad del casquete helado del Vatnajökull con todos sus glaciares subsidiarios tal y como existían en 1998, además de dos áreas protegidas contiguas, y abarca una superficie total de 1,4 millones de hectáreas.

Según la Unesco, el Parque Nacional cuenta con un presupuesto adecuado para cubrir las necesidades de personal y de sus operaciones básicas gracias al respaldo financiero del Gobierno central de Islandia e ingresos propios.

El Comité del Patrimonio Mundial señaló la necesidad de mantener y desarrollar las instalaciones para formar, administrar y guiar al creciente número de visitantes, que en 2017 se acercó a un millón.

domingo, 7 de julio de 2019

España, el 2º país del Mediterráneo con más incendios forestales cada año


España es el segundo país del Mediterráneo -solo por detrás de Portugal- con más incendios forestales cada año, con 12.000 siniestros y cerca de 100.000 hectáreas de media calcinadas, un paisaje altamente inflamable que se está convirtiendo "en un polvorín" por la crisis climática.

Así se recoge en el informe “Arde el Mediterráneo”, presentado este jueves en rueda de prensa por la organización ecologista WWF, en donde se analizan los incendios forestales en España, Francia, Grecia, Italia, Turquía y Portugal, país este último que encabeza con diferencia la media anual de incendios de la última década.

En el período 2009-2018, España registró un 23 % del total de siniestros en los países mediterráneos, mientras que la superficie quemada en este territorio ascendió al 26 % del total.

“La virulencia del fuego” es cada vez mayor en el Mediterráneo y la situación está propiciando “megaincendios o incendios de sexta generación”, desconocidos hasta ahora por su intensidad, con llamas que se propagan a velocidades “entre tres y nueves veces por encima de las capacidades de extinción”, ha destacado este jueves Lourdes Hernández, autora principal del informe de WWF.


Esta nueva tipología de fuegos “con un comportamiento explosivo”, ha añadido, se convierten en “tormentas de fuego y arrasan a velocidades superiores a 4.000 hectáreas por hora: son casi imposibles de apagar”.

Verano “muy peligroso”
Por su parte, el director de WWF España, Juan Carlos del Olmo, ha advertido de que puede ser “un verano muy peligroso” y ha instado a las administraciones y a la sociedad a estar alerta y poner las medidas oportunas y evitar que se repitan las “crisis incendiarias” vividas ya en España las dos últimas semanas.

Tanto por número de incendios, como por superficie quemada, Portugal encabeza el listado -a mucha distancia de España, en segunda posición- con el 40 % de los siniestros en la cuenca mediterránea y el 37 % de terreno arrasado, mientras que en última posición se encuentran Turquía y Francia.

En lo que va de año, se han producido en Europa once veces más incendios que han quemado un 40 % más de superficie que en 2018, y en España las cifras revelan un 16 % más de incendios que han calcinado un 32 % más de superficie.

Grandes incendios forestales
Los grandes incendios de más de 500 hectáreas o GIF -Grandes Incendios Forestales- en el conjunto de países del listado supusieron en la última década el 0,15 % del total de siniestros, pero dejaron “la huella más dramática”, porque en ellos ardió el 35 % de la superficie total afectada.

En nuestro país el porcentaje de superficie arrasado por los GIF representó el 37 % del terreno calcinado, según los datos.

La inversión destinada a la lucha contra los incendios en el Mediterráneo alcanza los 2.000 millones de euros anuales, de los cuales el 80 % se dedica a la extinción, unos 1.500 millones, mientras que a la prevención se destina apenas un 20 % (385 millones), advierte el informe.

De acuerdo a las cifras, casi en su totalidad los incendios tienen una componente esencialmente humana; tan solo el 4 % responden a causas naturales, por lo que debería trabajarse más en la sensibilización ciudadana para cambiar los hábitos con el fuego en el campo y acabar con la impunidad de los incendiarios, ha explicado Lourdes Hernández.

En España, según el desglose de las cifras, el 96 % de los fuegos fueron provocados por el hombre, de los cuales el 55 % fue intencionado y el 23 % se debió a negligencias.

El Mediterráneo está en “el epicentro del cambio global” y la región es ahora más cálida y seca, según del Olmo, quien ha pedido identificar las zonas de mayor riesgo de incendio, revertir el abandono forestal y rural, fomentar las políticas de fiscalidad verde, aumentar los recursos para la prevención y mejorar la coordinación con las políticas de extinción.

Recogidas más de 221.000 colillas en el paseo Marítim de la Barceloneta

Un grupo de voluntarios ambientales juntan todas las colillas en una enorme montaña con la que pretendieron visibilizar el problema de suciedad que suponen las colillas.

Más de 80 voluntarios convocados por el movimiento No Más Colillas en el Suelorecogieron ayer 221.900 colillas en una hora y media del paseo Marítim de la Barceloneta.

Los activistas juntaron todas las colillas recogidas en garrafas de plástico en una enorme montaña con la que pretendieron visibilizar el problema de suciedad y salud pública que suponen las colillas que abandonan los fumadores.

El movimiento No Más Colillas en el Suelo denuncia que las colillas son el principal residuo que los usuarios lanzan a la arena de la playa y aseguran que una sola colilla es capaz de contaminar diez litros de agua salada y hasta 50 litros de agua dulce. Los activistas exigen a las administraciones, entre otras medidas, que se prohíba fumar en las playas o como mínimo que se obligue a utilizar ceniceros portátiles a los fumadores.

El Ebro vierte 2.200 millones de microplásticos al año en el Mediterráneo

Un estudio concluye que estos desechos tienen mayoritariamente un origen textil

Una investigación del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) ha analizado la concentración de microplásticos en el delta del Ebro, con el objetivo de cuantificarlo. Según el estudio, se calcula que el río Ebro vierte anualmente 2.200 millones de microplásticos al mar Mediterráneo.

Los microplásticos son partículas o filamentos de menos de 5 milímetros, y pueden ser los que se utilizan como materia prima para crear otros productos (conocidos como primarios) o los generados por la propia degradación de plásticos más grandes (secundarios). El 70% de los que se han encontrado correspondían a fibras sintéticas, fragmentos de plástico y films. Laura Simón, una de las autoras del estudio, explica que los que se han encontrado tienen mayoritariamente un origen textil.“Hay que seguir investigando para ver qué impacto tiene realmente nuestra ropa en el medio ambiente”, opina.


El artículo, publicado en la revista Science of the Total Environment ,describe que los ríos son una de las mayores entradas de plástico a los mares y océanos. Después, este tipo de contaminantes se acumula en las playas. La autora, que es investigadora del ICTA-UAB, asegura que no se ha analizado toda la columna de agua, sino únicamente las zonas más superficiales del río, las playas del norte del delta del Ebro y los sedimentos, por lo que la concentración de estos microplásticos podría ser mayor.

El río Ebro es el segundo más largo de la península ibérica. Sin embargo, los autores consideran que la abundancia de estos contaminantes podría ser superior en ríos próximos a zonas urbanas, que no tienen que ser especialmente largos ni caudalosos.

Simón pone en manifiesto que será necesario continuar investigando los posibles riesgos que puede tener para la salud humana la acumulación de este tipo de contaminantes en zonas de pesca y acuicultura: “La zona del delta del Ebro y los alrededores es importante para la pesca deportiva y las piscifactorías que hay, por lo que es fundamental cuantificar cuántos microplásticos hay en el medio ambiente y cómo pueden afectar al organismo”.

Recientemente, un estudio realizado por gastroenterólogos de la Universidad de Viena analizó las heces de un grupo de personas de nueve países distintos y descubrió que, de media, había 20 microplásticos por cada 10 gramos de materia fecal, procedentes de nueve tipos de plástico distintos. Se confirmaba así que los plásticos están llegando al instestino. Sin embargo, el impacto de este tipo de contaminantes en la salud de los humanos es una pregunta a la que la ciencia todavía debe responder.

Fuente y más información:

Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria son declarados patrimonio mundial por la UNESCO

La UNESCO reconoce el valor único de este lugar clave de la cultura aborigen canaria.

La cultura canaria y su legado aborigen han dado hoy un salto sustancial en su reconocimiento internacional. En una reunión en Azerbayán, Bakú, la UNESCO ha declarado patrimonio mundial al paisaje cultural del Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria, un conjunto arquitectónico y paisajístico situado en las cumbres de la isla, lugar fundamental para entender la cultura de los aborígenes canarios, un pueblo aislado durante quince siglos.

Un paisaje cultural, para la UNESCO, es una obra conjunta entre la naturaleza y el ser humano. La naturaleza creó este impresionante espacio de 18.000 hectáreas en la caldera volcánica de Tejeda que Miguel de Unamuno describió como “tempestad petrificada” y donde sobresalen inmensos roques como el Nublo y Bentayga, espacio ceremonial al aire libre de la cultura aborigen. Y los bereberes llegaron en torno al siglo I de esta era a la isla, desde el norte de África, probablemente desterrados, según algunos historiadores. Con el tiempo formaron en esta zona poblados trogloditas en cuevas naturales y otras artificiales que se construyeron horadando la toba volcánica; en un lugar ideal para la observación del cielo, fundamental en la cosmogonía aborigen.

En esa zona se encuentran retazos muy claros de una cultura sometida, diezmada y obligada a mezclarse después de la conquista castellana de las islas, a partir del siglo XV. Hay inscripciones en líbico-bereber o grabados rupestres, y restos de las actividades de subsistencia que realizaban los aborígenes, como alpendres para meter a las cabras, lugares para almacenar el grano o bancales de tierra para cultivar en altura.
Como espacio destacado del paisaje cultural está el complejo sagrado de Risco Caído, en el municipio de Artenara, descubierto en el año 1996 por el arqueólogo Julio Cuenca. En una de sus cuevas hay un impresionante almogarén, lugar para la práctica de rituales religiosos. A pesar de no tener instrumentos de metal, los aborígenes canarios construyeron este espacio interior con base circular y una cúpula de cinco metros de altura. Tiene una entrada de luz que probablemente sirviera como marcador astronómico para determinar las épocas del año y organizar las cosechas. En sus paredes, iluminadas a veces por la luz de fuera, hay varias inscripciones con triángulos invertidos de forma púbica que simbolizan la fertilidad.

 “Para construir este templo, hicieron falta especialistas, gente con conocimientos de geometría, arquitectura o materiales”, afirma José de León, doctor en Historia e inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria. De León destaca “el conocimiento simbólico y abstracto” y la sofisticación técnica de un pueblo que se hizo en el aislamiento. “La arqueología está abriendo nuevos horizontes sobre lo que era esta cultura”, explica. “La idea que teníamos estaba muy condicionada por los cronistas de la época, muy importantes, pero mediatizados por una observación coetánea de los aborígenes en una etapa terminal”. Para De León, este reconocimiento “es poner a la cultura aborigen canaria al nivel de otras culturas aborígenes insulares, como las de Hawaï o la Isla de Pascua”.

Hispanizadas las islas, la lejanía de esta zona respecto a los nuevos asentamientos urbanos permitió que muchos de estos elementos culturales permanecieran vivos, como el hábitat en las cuevas o el pastoreo en trashumancia, dependiendo del lugar donde brota la hierba. O la cerámica de barro hecha a mano. O el conocimiento sobre el territorio y las plantas de la zona. “Esta cultura aborigen potente y excepcional permanece en buena medida hasta la actualidad”, afirma De León.

Para el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, el reconocimiento de la UNESCO “refuerza un sentimiento de orgullo y pertenencia a un legado, pero nos responsabiliza a seguir investigando y protegiéndolo”. Para Morales, este tipo de enclaves impulsan también nuevas actividades económicas en las zonas rurales de Gran Canaria, con un turismo alternativo al tradicional y masivo, de sol y playa. “Aunque tiene que ser controlado y de calidad. Uno de los compromisos de este reconocimiento es conservar el patrimonio”.

Roque Bentayga