La propuesta de introducir en España
un sistema de depósito para algunos envases ha desatado la guerra en el sector de los residuos. La asociación Retorna
propone que los consumidores tengan que pagar un
depósito de 25 céntimos de euro por cada botella o lata que compren de agua, cerveza y refrescos, de forma que se les reembolse solo si devuelven el envase vacío para su reciclaje. Sin embargo, las empresas que se ocupan hoy en día de la recogida selectiva de estos residuos, Ecoembes y Ecovidrio
, rechazan por completo este cambio. Desde hace semanas se cruzan los comunicados en contra de uno y otro sistema. Y, mientras tanto, se ultima la tramitación de la
nueva Ley de Residuos en el Congreso.
Este post ha sido elaborado a partir de la información y argumentos aportados por cada una de las partes en un debate organizado hoy por la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (
APIA), en el que también han participado el
Ministerio de Medio Ambiente, y las organizaciones de consumidores
Asgeco y
UCE.
¿Impone la nueva Ley de residuos un nuevo sistema de depósito para envases en España?
La nueva Ley que está a punto de aprobarse en el Congreso no instaura ningún nuevo sistema de depósito para los envases en el país, pero sí abre la puerta a que se pueda introducir en el futuro si se demuestra antes que es viable económica y técnicamente, y mientras se garantice "el correcto funcionamiento del mercado interior"(1). “Sería impresentable que la Ley no hiciera mención a esta herramienta, pero eso no quiere decir que se vaya a aplicar”, comenta Jesús Huertas, director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente. Según asegura este representante del Ministerio, para que se instaurase luego un sistema de depósito para envases en España, se tendría que aprobar con un Real Decreto para el conjunto del país, lo que no significa que no se puedan llevar a cabo experiencias piloto en algunos lugares.
¿En qué consiste el sistema de depósito para envases propuesto por la asociación Retorna?
Como ya ocurre en otros países europeos o como se hacía en España en el pasado, Retorna propone que cada vez que se compra una botella o lata de agua, cerveza, zumo o refrescos se tenga que pagar un depósito de 25 céntimos de euro que solo se recupere al devolver el envase vacío. Los establecimientos comerciales que venden esos productos estarían obligados a recoger los envases, ya sea de forma manual o con máquinas. Y, en principio, las botellas y latas recuperadas irían destinadas al reciclaje. Aunque Retorna plantea que este sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) fuese avanzando hasta conseguir reutilizar algunos de los envases, en lugar de tener que destruirlos para fabricar nuevos. Todo esto funcionaría a la vez que se sigue con el sistema actual de contenedores de colores para los otros residuos (briks, latas de conserva…).
¿Quiénes son los que están en la asociación Retorna?
Retorna es una asociación en la que participan grupos ecologistas como
Greenpeace,
Ecologistas en Acción o
Amigos de la Tierra, el sindicato
CCOO, la organización de consumidores
CECU o empresas del sector de residuos de Cataluña (
listado completo). Además, esta asociación
no oculta que cuenta con el respaldo económico de fabricantes de máquinas de recogida de envases, como el grupo noruego
Tomra.
¿Qué cantidad de residuos de envases se tiran en España?
Según datos de Ecoembes, en España se producen al año unos 400 millones de toneladas de residuos de todo tipo (ganaderos, industriales…). Los residuos sólidos urbanos representan un 6% de esta cantidad, unos 24 millones de toneladas al año o, lo que es lo mismo, unos 556 kilos por habitante (más que la media europea). La mayor parte de la basura generada por las ciudades es materia orgánica, unos 19 millones de toneladas. El resto, unos 4,8 millones de toneladas, son envases. Y de estos, 3,6 millones son envases domésticos. Ecoembes calcula que la propuesta de depósito de Retorna afectaría a unas 320.000 toneladas de envases.
¿Qué tasa de reciclaje se consigue con el sistema actual de contenedores de colores?
Hoy en día, los fabricantes pagan para que empresas como Ecoembes o Ecovidrio se hagan cargo de la recuperación de los envases que ponen en el mercado a través de los contenedores de distinto color. Según Ecoembes, en 2010 se reciclaron
el 66% de los envases de plástico, papel y cartón, metal o briks que pagan el punto verde para ser recuperados (un 80% del papel, un 80% de los briks, un 70% de los metales y un 45% de los plásticos). Por su parte, Ecovidrio explica que el pasado año se reciclaron el 63% de las botellas, botes y tarros. Sin embargo, la asociación
Retorna pone en duda estas cifras. “El sector de los residuos es uno de los menos transparentes;
en la basura casi lo más limpio es la basura”, asegura
Domingo Jiménez Beltrán, presidente de Retorna y ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente, que considera que no se llega a reciclar el 40% de los envases que incluiría el SDDR. Las organizaciones Ecoembes y Ecovidrio no sólo defienden sus datos (que aseguran que deben pasar una auditoría), sino que consideran que hay que felicitarse por el funcionamiento del actual sistema. En medio de esta guerra de cifras, los grupos ecologistas han presentado una queja
a la Comisión Europea para que investigue las estadísticas de reciclaje de los envases en España.
¿De qué forma puede mejorar la recuperación de envases el sistema de depósito?
Retorna pone como ejemplo
a Alemania para mostrar cómo el sistema de depósito
permite recuperar más del 90% de los envases puestos en el mercado. La gente no está dispuesta a perder dinero. Además, insiste en que también mejora de forma sustancial
la calidad de los materiales reciclados, al no juntarse con otros residuos en la basura y no haber impropios. La prueba de ello serían los precios a los que se pagan los materiales reciclados en Alemania. El plástico reciclado procedente del sistema de depósito se paga entre
700 euros la tonelada (plástico transparente) y 500 euros la tonelada (plástico de color). Mientras que el plástico del punto verde similar al español está a 300 euros la tonelada.
¿Cuánto costaría la implantación del sistema de depósito?
Melchor Ordóñez, director general de Ecoembes, reconoce que con un sistema de depósito se pueden alcanzar tasas de recuperación de envases cercanas al 90%. Sin embargo, considera que el coste de implantación de este sistema es demasiado alto para mejorar el reciclaje de solo una pequeña proporción del conjunto de los residuos. Ecoembes ha calculado que para poner en marcha el SDDR en España harían falta un mínimo de 20.000 máquinas de recogida y unas 70 plantas de conteo, lo que supondría una inversión inicial de 470 millones de euros. Además, estima que a esto habría que sumar unos 470 euros anuales de mantenimiento. En comparación, para gestionar todos los materiales de los contenedores amarillos y azules, Ecoembes necesita cada año unos 400 millones de euros. “El sistema de depósito tiene un coste muy elevado que tendrá que pagar el consumidor”, defiende Ordóñez, que cuenta también que el país con mayor tasa de reciclaje de Europa es Bélgica, que no tiene sistema de depósito. Por su parte, Retorna asegura no contar por ahora con ninguna evaluación económica.
¿Puedo perjudicar esto a los comerciantes?
Uno de los sectores que han criticado la propuesta del sistema de depósito ha sido el de los comerciantes, ya que serían ellos los que deberían ocuparse de recoger los envases, ya sea de forma manual o con máquinas. No obstante, la organización Retorna asegura que serían de los principales beneficiados, al ser compensados económicamente por el trabajo realizado. Este dinero saldría de tres fuentes distintas: lo que pagan los fabricantes de los envases (como ocurre ahora con el punto verde), lo que se consigue por la venta de los materiales reciclados y lo que queda de los depósitos no devueltos.
Para saber más:
(1) El texto actual del proyecto de Ley de Residuos (artículo 30.3) especifica que para la implantación de un sistema de depósito para residuos de envases “se valorará además con carácter previo el grado de cumplimiento de los objetivos mínimos de reutilización y reciclado establecidos por las directivas europeas para envases en general, y el cumplimiento de otras normas de la Unión Europea, así como las expectativas viables de superarlos, y se tendrán en cuenta con especial consideración las circunstancias y posibilidades reales de las pequeñas y medianas empresas”.