Las zonas más áridas son las que responden con más rapidez al déficit hídrico, ya que disponen de herramientas que les permiten adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes de disponibilidad de agua y a la escasez del recurso.
Así se pone de manifiesto en un estudio liderado por el investigador Sergio Vicente, del Instituto Pirenaico de Ecología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuyas conclusiones publica hoy la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS).
Además
de las zonas áridas, también responden con mucha rapidez a la
sequía las zonas húmedas, aunque en este caso la falta de agua,
aunque sea en un corto periodo de tiempo, provoca rápidamente un
descenso de la actividad foliar y ralentiza el crecimiento de la
vegetación.
En
declaraciones a EFEciencia, Sergio Vicente ha observado que estos dos
tipos de ecosistemas -las zonas áridas y las húmedas- reaccionan
con mucha más rapidez a esa escasez de agua que el resto de zonas,
entre ellas las "subhúmedas y las "subáridas", que
cubren la mayoría de la península Ibérica o del territorio de la
Unión Europea.
Como
ejemplo de esas zonas áridas que reaccionan con rapidez a la sequía,
el investigador ha citado el Sahel, en África, y en la península se
correspondería con paisajes esteparios como el desierto de Los
Monegros en Aragón o el del Parque de Gata en Almería.
Sergio
Vicente ha subrayado además que en las zonas húmedas, donde las
precipitaciones son abundantes y el suelo acumula índices elevados
de humedad, ese déficit se acusa con mucha rapidez y en periodos
también cortos, y la escasez de precipitaciones provoca la rápida
morbilidad de árboles y vegetación.
Esa
morbilidad como consecuencia de la escasez de precipitaciones se ha
observado ya en regiones del Amazonas, en bosques boreales o en
algunas zonas del noreste de Estados Unidos y Canadá.
En el estudio liderado por Sergio Vicente han participado además científicos de la Universidad de Lisboa, del Instituto Politécnico de Setúbal y de la Universidad de Lusófona (Portugal), el Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas de Zúrich (Suiza) y la Estación Experimental Aula Dei del CSIC.
Aunque
las zonas áridas y las húmedas son las que responden con más
rapidez a esa escasez, la investigación concluye que los mecanismos
que dirigen sendos procesos son muy diferentes, ha informado el CSIC.
Sergio
Vicente ha precisado que la vegetación de regiones áridas posee
herramientas que le permiten adaptarse rápidamente a unas
condiciones cambiantes de disponibilidad de agua, mientras que en las
regiones húmedas, por el contrario, los cortos periodos de falta de
agua pueden desencadenar rápidamente un descenso en la actividad
foliar y en el crecimiento de la vegetación.
La
investigación apunta que en las regiones áridas y semiáridas, los
impactos de la sequía suelen provocar una reducción de la actividad
vegetal y del crecimiento de las plantas, pero rara vez provocan la
mortalidad de los ejemplares o daños a largo plazo.
Por
el contrario, en la vegetación de las regiones húmedas los impactos
de la sequía serán probablemente diferentes, ya que suelen afectar
a los tejidos vegetales debido a su baja tolerancia al estrés
hídrico.
Para
Sergio Vicente, "la respuesta de la vegetación frente a los
déficit hídricos es un tema crucial que determina los patrones
geográficos de la vegetación", y a su juicio los resultados
son "particularmente relevantes" en el actual escenario de
cambio climático.
Fuente:http://www.csic.es/noticias
http://www.pnas.org/
Desierto de Monegros (Aragón)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu opinión. Siempre es importante aprender de los demás.