“Hasta ahora
creíamos que las aves primigenias tenían patas con escamas, igual que los
pájaros actuales. Ahora hemos descubierto que eran totalmente diferentes, con
plumas que formaban dos alas traseras”. De esta forma resume Xing Xu a SINC las
conclusiones de su estudio publicado hoy en Science.
Xing Xu y su
equipo analizaron once fósiles de cuatro grupos diferentes de aves del
cretácico inferior, encontrados en el noroeste de China en un estado de
conservación espléndido. Los restos pertenecen a diferentes especies de los
géneros Sapeornis, Yanornis y Confuciusornis y dos
especies de enantiornites.
El buen
estado de conservación y la variedad de especímenes demuestra que tener cuatro
alas no era una cualidad rara entre los ancestros de los pájaros.
Las primeras
aves tenían una estructura corporal diferente a las actuales, y dos alas
probablemente no habrían bastado para que pudieran volar. Según los autores, el
par de ‘patas-alas’ extra proporcionaba la asistencia necesaria.
“Aún no
estamos seguros de cómo era el movimiento de estas alas traseras, ni de cómo
contribuían al vuelo. Pero ya tenemos un proyecto en proceso para investigar
esta cuestión concreta” afirma Xing Xu a SINC.
Lo que sí
muestran claramente los fósiles son plumas largas, curvadas y rígidas, situadas
perpendicularmente a las patas. Estas características sugieren una estructura
aerodinámica que facilitaba la elevación y mejoraba la capacidad de maniobra.
Es decir, jugaban un papel importante en el vuelo.
Plumas que dieron lugar a escamas
Las escamas
que recubren hoy las patas de muchas especies son, según los autores,
estructuras derivadas de las plumas de sus antecesores prehistóricos. Poco a
poco, las plumas de las extremidades inferiores se fueron perdiendo
evolutivamente y convirtiéndose en el plumón con el que cuentan aún algunas
especies, hasta finalmente derivar en escamas.
Al mismo
tiempo, las extremidades superiores ganaron eficacia en el vuelo. Este cambio
es reflejo de una especialización de las alas en el vuelo, y de las patas en
los desplazamientos terrestres.
“Todos estos
dinosaurios de cuatro alas probablemente vivían en árboles. Cuando, más
adelante en la evolución, los pájaros se convirtieron en voladores más hábiles,
perdieron las plumas de sus patas y se convirtieron en animales que viven
preferentemente en el suelo, cerca del agua” afirma Xing Xu.
Las plumas
que tienen algunos pájaros actuales en las patas son muy diferentes de las
observadas en estos fósiles. En general, en la actualidad son pequeñas y suaves
–plumón– y tienen funciones protectoras de la piel. Sin embargo todavía hay
especies –como algunas palomas o gallinas– que tienen plumas largas y
perpendiculares a las patas, que recuerdan a las de estos pájaros ancestrales.
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