A propósito
de esta celebración, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha
recordado que en este momento en que la comunidad internacional se afana en
acelerar sus iniciativas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio
y definir una agenda con posterioridad a 2015, incluido un conjunto de
objetivos para el desarrollo sostenible, el agua y la biodiversidad
constituyen importantes vertientes del debate.
"Pareciera
que el agua abunda. Sin embargo, solo una ínfima parte del agua de nuestro
planeta se nos presenta fácilmente disponible en forma de agua dulce. Vivimos
en un mundo en el que la inseguridad hídrica no cesa de aumentar, en el que la
demanda a menudo excede la oferta y en el que con frecuencia el agua no llega a
los niveles mínimos de calidad. De mantenerse la tendencia actual, la demanda
futura de agua no se satisfará", ha señalado Ban Ki-moon.
La biodiversidad y
los servicios de los ecosistemas son fundamentales para materializar
la visión de un mundo con seguridad hídrica, puesto que los ecosistemas
influyen tanto en la disponibilidad como en la calidad del agua a escala local,
regional y mundial, ha recordado: "Los bosques ayudan a regular la
erosión de los suelos y a proteger el abastecimiento y la calidad del agua. Los
humedales pueden reducir el riesgo de inundación. La biodiversidad de
los suelos ayuda a retener el agua para los cultivos. La integración de
soluciones basadas en la naturaleza en
la planificación urbana nos puede ayudar también a labrar un mejor futuro
hídrico para las ciudades, en las que la escasez de agua podría resultar
particularmente aguda dado el rápido ritmo de urbanización".
Reconociendo
la importancia de la biodiversidad, la Asamblea General de las Naciones Unidas
ha promovido el uso del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica
2011-2020 del Convenio sobre la Diversidad Biológica y sus Metas de
Aichi para la elaboración de la agenda para el desarrollo después de 2015.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20),
celebrada el año pasado, también reconoció la función de los ecosistemas en el
mantenimiento de la cantidad y la calidad del agua: "Antes la atención se
centraba en la disyuntiva entre el uso del agua y la biodiversidad. Sin
embargo, hoy estamos empezando a entender que la biodiversidad y la seguridad hídrica se refuerzan mutuamente".
Este paso del
conflicto a la sinergia resulta especialmente oportuno en este año que se
celebra el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua: "En
el Día Internacional de la Diversidad Biológica, insto también a todos los
Estados Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica que aún no lo hayan
hecho a que ratifiquen el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos
genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven
de su utilización, y por tanto nos ayuden a trabajar en aras del futuro que
queremos", ha concluido Ban Ki-moon.
Por su parte,
la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, ha señalado que estamos
ante la oportunidad de combinar nuestros esfuerzos para poner en valor los
modelos de gestión de agua innovadores y compartir las buenas prácticas para
preservar las zónas húmedas dado que su papel es imprescindible para la
biodiversidad.
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