La
ayuda de los números es fundamental para predecir el comportamiento
del fuego.
Como
hemos podido constatar en estos últimos meses en nuestro país, en
la época estival aumenta dramáticamente el número de incendios
forestales. Esta situación se repite en todo el mundo: las actuales
condiciones meteorológicas, cambio climático incluido, incrementan
la probabilidad de que un pequeño fuego se convierta en un incendio
devastador, con consecuencias catastróficas. Frente a este peligro
son muchos los sectores que pueden y deben intervenir. Las
matemáticas, con su capacidad para representar y modelizar cualquier
fenómeno físico, prestan su ayuda, apoyadas en los avances
tecnológicos. Traducen la realidad a modelos matemáticos, que se
analizan y resuelven con la ayuda de las computadoras, para así
comprender los problemas que se estudian y predecir su
comportamiento.
Los
avances tecnológicos permiten abordar la resolución de las
ecuaciones que se obtienen a partir de la leyes físicas
fundamentales
Los
modelos pioneros de propagación de incendios se desarrollaron
durante los años 70, y se basaban en fórmulas empíricas que
predicen la velocidad de avance del frente de fuego, siendo mucho más
manejables que los obtenidos a partir de las leyes físicas
fundamentales que intervienen en un incendio forestal (de masa,
energía, momento cinético, etc.). Aun se siguen utilizando, pues
son relativamente sencillos y permiten la obtención de resultados en
un tiempo muy inferior al del desarrollo del incendio. Sin embargo,
los avances tecnológicos en computación y el desarrollo de los
métodos numéricos permiten ahora abordar con éxito la resolución
de las ecuaciones que se obtienen a partir de la leyes físicas
fundamentales, pese a que consideradas en toda su extensión resultan
todavía de una complejidad formidable.
El
problema se trata a través de un sistema de ecuaciones diferenciales
en derivadas parciales de reacción-difusión-convección. Se asume
que la vegetación es un medio continuo, y el frente de fuego viene
definido como el conjunto de puntos en los que la temperatura es la
de combustión de la vegetación. Esto proporciona no sólo la
posición del frente , sino también el valor de variables físicas
tales como la temperatura de la vegetación y del combustible
gaseoso, que pueden ser contrastados con los datos experimentales.
Cuando es necesario obtener la simulación con tiempos de cálculo
notablemente inferiores al tiempo real, las ecuaciones se
simplifican, teniendo en cuenta los mecanismos más importantes de
propagación del fuego tales como, la radiación, la humedad y el
viento.
Con
la asimilación de datos se integran los datos experimentales de la
evolución del fuego para corregir las predicciones
El
tiempo es un factor clave para estudiar estos fenómenos tan
complejos, ya que la eficiencia de las predicciones disminuye con el
transcurrido desde el momento inicial. Para mejorar la fiabilidad de
la simulación se emplea una técnica llamada de asimilación de
datos, que consiste en integrar los datos experimentales de la
evolución del fuego para corregir las predicciones. Esto requiere
hacer un seguimiento in situ del incendio, mediante un mapa de
sensores debidamente diseminados en el terreno, que detecte la
situación del incendio, o bien a partir de fotos aéreas u obtenidas
desde satélite. Las matemáticas permiten integrar los datos
experimentales con los datos proporcionados por el cálculo para
obtener una configuración más probable de la situación real y
predecir con más precisión el comportamiento del incendio en las
horas siguientes.
Estos
modelos de simulación de incendios se emplean tanto en las labores
de prevención como de extinción: creación de mapas de riesgo,
diseño a priori de cortafuegos, diseño de políticas de repoblación
forestal y apoyo táctico a los equipos de extinción en la toma de
decisiones de actuación. En su aplicación colaboran investigadores
de distintas áreas de conocimiento (matemáticos, informáticos,
ingenieros forestales,…), la administración pública a través de
los servicios territoriales de protección ambiental y sus equipos
con experiencia directa en la lucha contra incendios, y la empresa
privada, con su capacidad de emprendimiento.
El
problema se resuelve con un sistema de ecuaciones diferenciales en
derivadas parciales de reacción-difusión-convección
Juntos
nos enfrentamos a este riesgo de gran importancia para la
conservación de los bosques, y que amenaza las vidas humanas y
recursos naturales de diversas formas: cambios en los patrones de la
actividad humana, condiciones climáticas, incursión de población
en zonas forestales, falta de medios materiales, reducción de
presupuesto para la lucha contra incendios, etc. Los bosques, pastos
y cultivos son denominados “sumideros” en jerga climática. Sin
embargo, cuando un bosque arde, en lugar de absorber, devuelve CO2 a
la atmósfera.
Autores
del estudio:
-
Luis Ferragut es Catedrático de Matemática Aplicada en la Facultad
de Ciencias de la Universidad de Salamanca.
-
Café y Teoremas es una sección dedicada a las matemáticas y al
entorno en el que se crean, coordinado por el Instituto de Ciencias
Matemáticas (ICMAT), en la que los investigadores y miembros del
centro describen los últimos avances de esta disciplina, comparten
puntos de encuentro entre las matemáticas y otras expresiones
sociales y culturales, y recuerdan a quienes marcaron su desarrollo y
supieron transformar café en teoremas. El nombre evoca la definición
del matemático húngaro Alfred Rényi: “Un matemático es una
máquina que transforma café en teoremas”.
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