La Asociación
RIA ha confirmado que el carrizo (Phragmites australis) absorbe metales pesados
por lo que servirá para descontaminar la Ría del Carmen, según han anunciado
este jueves el alcalde de Camargo, Diego Movellán, y el presidente de la
Asociación RIA, Diego Cicero.Estos resultado corresponden a las investigaciones
realizadas en la primera fase del 'Proyecto de investigación, desarrollo e
innovación del potencial fitorremediador del carrizo (Phragmites australis)
para la descontaminación de sedimentos estuáricos contaminados por metales
pesados', según se ha informado en rueda de prensa.
Los
resultados de la primera fase, desarrollada a lo largo de 2012, han sido
"muy satisfactorios". El desarrollo de todas las plantas en el
sedimento tóxico ha sido "excelente", en cuatro meses de desarrollo
el sistema radicular se ha multiplicado por 16, corroborándose la resistencia
de la especie a los ambientes altamente contaminados.
En cuanto a los
resultados de análisis, se concluye que el carrizo es capaz de absorber y fijar
en sus rizomas en cantidades representativas todos los metales estudiados
excepto el mercurio. De 13 metales, el carrizo es capaz de translocar a la
parte aérea siete metales diferentes, mientras los otros seis se acumulan
fundamentalmente en los rizomas.
Estos datos
son fundamentales para el diseño de la metodología de aplicación del carrizo
sobre el medio real y para establecer el modelo de gestión del mismo mediante
siegas y otros protocolos que se traduzcan en la retirada de los contaminantes
del medio degradado hasta recuperar los niveles de metales naturales, previos a
la era industrial.
Se espera que
en las siguientes fases de investigación los resultados sean "incluso
mejores", ya que el estrés al que han sido sometidas las plantas en el
proceso de trasplante de su medio natural a las cubetas de experimentación
"probablemente ha mermado su rendimiento", siendo además previsible
que el crecimiento de los sistemas radiculares de las plantas favorezca los
procesos de biorremediación.
Por el
momento, no se harán públicos los datos concretos de análisis al tratarse de
información confidencial de "alto interés científico", cuya difusión
se ha de realizar mediante la publicación del correspondiente artículo
científico a través de los canales especializados de divulgación.
Además la
confidencialidad en el tratamiento de dicha información innovadora es
"imprescindible" de cara a la generación de una posible patente que
pueda resultar en el emprendimiento de futuras actividades empresariales
"vanguardistas y competitivas" a nivel internacional.
INVESTIGACIÓN
La
investigación, diseñada por el presidente de RIA, Diego Cicero, se ha puesto en
marcha en las instalaciones experimentales que la asociación ha
dispuesto en la Finca de La Maza, en Revilla, como un proyecto de I+D+I de
cuatro años de duración financiado por el Ayuntamiento dentro del convenio del
Plan RIALAB.
Se trata de
un proyecto de colaboración científica internacional cuya ejecución corre a
cargo del equipo científico-técnico de la Asociación RIA con la colaboración
del Institute of Infrastructure and environment de la Universidad de Edimburgo,
equipo de investigación liderado por la Doctora Blanca Antízar Ladislao,
experta de reconocido prestigio en técnicas de biorremediación afincada en
Escocia y oriunda de Cantabria.
A lo largo de
cuatro años de experimentación en condiciones controladas se estudiarán las
tasas de extracción de metales del sedimento, de bioacumulación en los rizomas
y de translocación a tallos y hojas.
Los
contaminantes objeto de estudio son 14 metales pesados diferentes, doce de los
cuales -cobalto, níquel, arsénico, molibdeno, cadmio, plomo, selenio, bario,
cromo, cobre, cinc y mercurio- son considerados contaminantes prioritarios por
la Unión Europea debido a su toxicidad, mientras los otros dos -hierro y
manganeso- se han incluido en el estudio por sus desproporcionadas
concentraciones en la ría del Carmen y Boó, como consecuencia de la
contaminación industrial histórica de la zona.
También se
estudia el desarrollo vegetativo de las plantas y la variación de su
comportamiento en distintas fases de su ciclo vegetativo anual.
Además se
realiza un estudio comparativo del potencial fitorremediador de especímenes
originarios de medios contaminados con el de otros procedentes de ambientes
libres de contaminación, con el propósito de determinar si se da una adaptación
genética del carrizo a los ambientes contaminados que suponga un incremento del
potencial fitorremediador.
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