Coincidiendo
con este aniversario, las plataformas y organizaciones firmantes (3) consideran
que es necesario extraer una lección de esta amarga experiencia que ha
quedado judicialmente sin culpables; a pesar de ser la peor catástrofe marina - costera de España.
Ayer 19 de
noviembre se cumplieron 11 años del día en que el buque petrolero Prestige se
hundía frente a la costa de Galicia, vertiendo unas 63.000 toneladas de fuel al
mar y arrasando 1.600 km de costas gallegas y cantábricas, alcanzando incluso
costas francesas y portuguesas a casi mil kilómetros del punto del hundimiento
(1). Esto supuso un desastre para la economía y la salud de estas regionesvalorado
en el estado español, en más de 4.334 millones de euros de los cuales sólo las
pérdidas y costes para el sector turístico y pesquero supusieron
respectivamente 500 y 400 millones de euros (2).
Coincidiendo
con este aniversario, las plataformas y organizaciones firmantes (3) consideran
quees necesario extraer una lección de esta amarga experiencia y reclaman
que se retiren todos los proyectos de exploración y explotación petrolífera que
han proliferado recientemente y suponen una escalada del riesgo de vertidos de
hidrocarburos en aguas españolas. Según datos del Ministerio de Industria,
Energía y Turismo, el interés de las petroleras por explorar en el
territorio español ha crecido un 80% en los últimos cinco años. Con éste,
aumenta también el riesgo de vertidos continuados y catastróficos,
especialmente en el caso de exploración en aguas profundas como puede ser el
caso del golfo de León, el golfo de Valencia o Canarias (4).
Además, las
13 entidades, denuncian que en caso de que tuviera lugar un vertido de estas
características desde una plataforma petrolífera situada en el mar, la
situación de desamparo sería aún mayor que en el caso del hundimiento de un
buque al no existir ningún tipo de fondo internacional establecido para la
respuesta rápida y para cubrir indemnizaciones.
El pasado
miércoles la sentencia del juicio sobre el Prestige dictaba la ausencia de responsables.
Al no haber responsables, no da lugar a reclamación. Es decir, después de 11
años, el único fondo del que se ha podido sacar recursos para hacer frente al
desastre es el Fondo Internacional de
Indemnización de dDaños debidos a la contaminación por Hidrocarburos, FIDAC.
Un fondo al que no se podría apelar en el caso de un accidente en una
plataforma petrolífera.
Como
demuestra el documento aportado por las agrupaciones, “Responsabilidad civil y
régimen de indemnizaciones en España en caso de vertido desde una plataforma
petrolífera en el mar” (5), hay varios niveles de acuerdos europeos y
legislación nacional que dirimen las sanciones, multas y la responsabilidad
civil en caso de accidentes de plataformas petrolíferas con vertidos, pero
ninguna contempla que la empresa deba hacerse cargo por completo de todos los
gastos y costes derivados por los impactos generados a la sociedad y a los
sectores económicos afectados a medio y largo plazo.
Las
plataformas están obligadas a tener seguros para garantizar que los operadores
puedan pagar las consecuencias de un accidente, pero estos no tienen que
cubrir, por ejemplo, ni la intervención de emergencia, ni la limpieza o la
restauración de los ecosistemas afectados.
Además, tampoco
las multas resultan disuasorias ni obligan de facto al buen mantenimiento de
las instalaciones por parte de las petroleras. De hecho impulsan a las
compañías a primar el beneficio frente a la seguridad.
A modo de
ejemplo, la Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental en España
establece un máximo de 2 millones de euros para multas en caso de infracciones
muy graves. Esas con cuantías muy bajas ya que, es equivalente al coste de
menos de dos días de operación de una plataforma petrolífera exploratoria (6).
La Ley
34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos establece otras sanciones
que pueden variar hasta un máximo de 30 millones de euros en caso de infracción
muy grave. Sin embargo, estas cuantías tan elevadas no se aplican. Por lo tanto, las
compañías perciben una clara señal por parte del Estado de que les saldrá
siempre más rentable asumir riesgos que asegurar un control estricto de sus
operaciones e instalaciones. Un caso evidente de esto son las
instalaciones de extracción de petróleo de Repsol en Tarragona, que por causar
una mancha de 19 km2 de crudo en diciembre de 2010 tan solo se vio multada con
30.000€.
En este
contexto de indefensión y de manifiesta incapacidad del marco legal actual para
identificar los responsables y asegurar la plena protección de la sociedad, el
medio ambiente y de los sectores económicos ante el riesgo de un vertido
catastrófico de hidrocarburos, las 13 entidades firmantes, piden que no se
concedan los permisos ambientales a ningún proyecto de exploración o
explotación de hidrocarburos en la costa española.
Notas:
(1) El
13 de noviembre de 2002, el buque petrolero Prestige, con una carga de 77.000
toneladas de petróleo valoradas en 60 millones de euros, sufrió un accidente
mientras navegaba frente a la costa de la Muerte, en el noroeste de España.
Tras ordenarse su alejamiento de la costa gallega, y después de varios días de
maniobras infructuosas, en condiciones de mala mar, se hundió finalmente a unos
250 km del litoral. Su naufragio provocó un vertido de unas 63.000 toneladas de
fuel, siendo la marea negra resultante una de las mayores catástrofes
medioambientales de la historia de la navegación. Y ello no sólo por la
cantidad de material contaminante liberado, sino por la enorme extensión del
área afectada, una zona comprendida desde el norte de Portugal hasta el
suroeste de Francia, afectando con especial gravedad a las costas de Galicia y
ocasionando un importante daño económico al sector pesquero, al marisquero, al
turismo, etc. Para más información, ver documento de la nota (5).
(2) El
Mundo, Las
pérdidas del ‘Prestige’ fueron unos 400 millones en la pesca y 500 en el
turismo, 21 de mayo de 2013,
(3) Agonane,
Alianza Mar Blava, Associació de Naturalistes de Girona, Aturem les
prospeccions a la costa catalana, Campanya d´Afectades per Repsol – Repsolmata,
Club de la Bici Verde, Ecologistes en Acció Catalunya, Ecologistes en Acció
País Valenciá, El guincho - Ecologistas en Acción, Federación Ecologista
Canaria Ben Magec- Ecologistas en Acción, IAEDEN - Salvem l’Empordà,
Projecte NINAM y Sublímits
(4) Se
trata de un conjunto de proyectos de diferentes petroleras a lo largo de toda
la costa española, desde el golfo de León hasta las Islas Canarias, pasando por
el delta del Ebro, el golfo de Valencia, el mar de Alborán, el golfo de Cádiz o
el mar Cantábrico que, de llevarse a cabo, constituirían unos puntos negros de
vertidos continuados y potencialmente catastróficos de hidrocarburos frente a
la costa.
(6) La
petrolera British Petroleum estaba pagando casi un millón y medio de euros al
día para operar con la plataforma de exploración Deepwater Horizon en el golfo
de México en 2010. Una de las con-causas identificada por los expertosde la
catástrofe del vertido de la plataforma de BP en el golfo de México fue
precisamente la priorización del ahorro de costes y tiempo en las operaciones,
en detrimento de la seguridad.
(7) Para
ampliar información: Informe
del Comité MaB Unesco sobre impacto de las prospecciones en Canarias,
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