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viernes, 1 de abril de 2011

El valor económico de las masas forestales

Las masas forestales españolas están valoradas en 16.500 millones de euros. Sólo por la provisión de agua que generan y la cantidad de CO2 que fijan producen 650 euros de beneficio por hectárea al año. El Colegio de Ingenieros de Montes reclama a cambio un céntimo forestal.

La superficie forestal en España crece anualmente unas 190.000 hectáreas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). De hecho, nuestro país es ya el segundo país europeo en superficie forestal. Esto explica por qué nuestros bosques fijan 80 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año. Es decir, el 20 por ciento de las emisiones del país, tal y como afirmó Carlos del Álamo, decano del Colegio de Ingenieros de Montes durante el Día Mundial Forestal.

Los servicios que generan los bosques españoles son un cheque al portador, que requieren eso sí de una óptima gestión, algo que en demasiadas ocasiones se olvida. Con el fin de conseguir el céntimo forestal para compensar a nuestros bosques por las riquezas que nos ofrecen, el Colegio de Ingenieros de Montes ha querido cifrar económicamente sus servicios. Y los datos hablan por sí solos. Sólo por la cantidad de CO2 que fijan los árboles, cada bosque del tamaño de un campo de fútbol genera 116 euros al año.
Si a esta cifra se le suma el agua que generan estos verdaderos embalses naturales (453 euros por hectárea al año), los bosques producen un beneficio de 650 euros por hectárea al año.

Pero no son los únicos beneficios que aportan las masas forestales. El riesgo de erosión que evitan, el uso de su biomasa, los frutos, los pastos… Todo este conjunto de servicios hace que desde el Colegio de Ingenieros de Montes valoren los bienes que generan los bosques españoles en unos 16.500 millones de euros.

Balance internacional

Y es que precisamente en 2011, Año Internacional de los Bosques, la FAO tiene como objetivo «aumentar la visibilidad de los bosques y su relevancia política como forma de asegurar la adecuación y suficiencia de las políticas forestales. El largo plazo  y la complejidad de los beneficios que generan los bosques (biodiversidad o captura de carbono a escala planetaria) inducen a una insuficiente atención social y política y a la postre presupuestaria que conlleva finalmente la postergación de proyectos forestales.

Reforzar la concienciación sobre el rol de los bosques es clave para asegurar a las futuras  generaciones unos recursos forestales en las mejores condiciones», explica Eduardo Rojas, subdirector general del Departamento Forestal de la FAO.

Y en eso están. Sin embargo, todavía queda un largo camino por delante. Ya que, aunque la deforestación internacional se haya frenado en un 37 por ciento en la última década, lo cierto es que seguimos deforestando más de lo que reforestamos.

«La deforestación neta ha pasado de 8,3 millones de hectáreas al año entre 1990 y 2000 a 5,2 millones entre 2000 y 2010. En concreto, cada año se deforestan en el mundo 13 millones de hectáreas. Pero la cifra neta baja gracias a que se repueblan con éxito unos cinco millones de hectáreas al año y a los casi tres millones de hectáreas de bosque que se expanden espontáneamente», precisa Eduardo Rojas.

China, Estados Unidos, India y Vietnam son los principales países reforestadores. En el otro lado de la balanza, se encuentran Brasil, Australia, Indonesia, Nigeria, Tanzania, Zimbabwe, República Democrática del Congo, Birmania, Bolivia y Venezuela.

El ejemplo de Costa Rica

Costa Rica es un ejemplo de que quizá la idea del céntimo forestal puede conllevar grandes ventajas a largo plazo. «Este país ha pasado de ser deforestador a convertirse en reforestador en la última década principalmente por haber implantado el innovador concepto de pago por servicios ambientales a los gestores forestales», explica Rojas.

Ahora bien, para Rojas «el logro más importante ha sido la reducción de la deforestación que se ha producido en países como Sudán (en donde se ha reducido en un 90%) o en Nepal e Indonesia donde lo hicieron en un 70 por ciento. Este reto se ha conseguido al mejorar la política forestal. ¿Cómo? Reforzando la participación local, la ordenación del territorio y la vigilancia y lucha contra la corrupción».

En definitiva, medidas hay. Conservar los bosques depende de todos. Y aunque hay notables mejoras, lo cierto es que cada año se pierden seis millones de hectáreas de bosque primario por la deforestación y otras intervenciones del ser humano.
Fuente:
http://www.efe.com/



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