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martes, 24 de diciembre de 2013

Diamantes en el Polo Sur

Un equipo internacional de geólogos ha descubierto una formación rocosa en la Antártida que indica la presencia de diamantes

La Antártida, el único continente virgen que queda en la Tierra, podría tener un auténtico "tesoro" bajo sus montañas heladas: varios yacimientos de diamantes. De momento, según informa Nature, un equipo internacional de científicos ha descubierto que hay un tipo de roca, llamada "kimberlita", que suele contiener estas piedras preciosas en otras partes del mundo. Sin embargo, un Tratado Internacional prohíbe la actividad minera en el Polo Sur hasta el año 2041 para poder proteger este gran espacio natural

La presencia de kimberlita, un tipo de roca azulada, ha sido siempre una buena pista que ha permitido a los geólogos encontrar importantes yacimientos de diamantes en varias partes del mundo, como Sudáfrica, Siberia o Australia. Y, ahora, por primera vez, los investigadores han detectado kimberlita en la Antártida. Más en concreto, en tres muestras extraídas en las laderas del monte Meredith, situado al norte de las montañas Príncipe Carlos.

"El descubrimiento de kimberlitas es muy importante porque es muy probable encontrar diamantes en este tipo de rocas", ha destacado a la BBC Teal Riley, geólogo del Servicio Antártico Británico.

Sin embargo, este importante hallazgo geológico en la Antártida tiene varios condicionantes legales que lo hacen inviable, al menos, a corto plazo.

El Tratado Antártico, que las grandes potencias firmaron en Madrid en 1991, prohíbe todo tipo de actividad minera en el Polo Sur, excepto con fines científicos. Además, los expertos aclaran que sólo la extracción del 10% de los diamantes que se han encontrado hasta ahora en este tipo de formaciones es viable desde el punto de vista económico.

Pero el Tratado Antártico finaliza en el año 2041 y algunas naciones con bases en la Antártida podrían estar interesadas en explotar los ricos recursos naturales de este continente helado. Además, hay algunos países que no firmaron este protocolo internacional de protección del Polo Sur y, por lo tanto, no están obligados por sus disposiciones, incluida la prohibición de las actividades sobre recursos minerales.

Andalucía abre el trámite de información pública para la declaración de nuevas Zonas Especiales de Conservación

Estos documentos, se podrán consultar hasta el día 16 de enero de 2014 en el portal Web de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de acuerdo con el proceso de información pública.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha abierto el trámite de información pública de los Decretos por los que se declararán nueve nuevas Zonas Especiales de Conservación (ZEC) en Andalucía, una figura europea de protección de la Red Natura 2000 cuyo objetivo es el mantenimiento y la recuperación de hábitats y especies de interés comunitario. Los enclaves que se prevén declarar ZEC son: Acantilados de Maro-Cerro Gordo, Albufera de Adra, Laguna Honda, Acebuchales de la Campiña Sur de Cádiz, Cola del Embalse de Bornos, Cola del Embalse de Arcos, Río Guadalmez, Sierra de Santa Eufemia y el Corredor Ecológico del Río Guadiamar.

Estos documentos, se podrán consultar hasta el día 16 de enero de 2014 en el portal Web de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de acuerdo con el proceso de información pública, para la presentación de las correspondientes alegaciones. Con esta iniciativa, la Junta pretende facilitar y garantizar a los ciudadanos, de forma transparente y accesible, toda la información recogida en dichas declaraciones.

Junto a los borradores de los Decretos, también se ponen a exposición pública el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, los de las reservas naturales Albufera de Adra y Laguna Honda y Laguna del Chinche; así como los Planes de Gestión de Acebuchales de la Campiña Sur de Cádiz, Sierra de Santa Eufemia, Río Guadalmez y  del Corredor Ecológico del Río Guadiamar.

En líneas generales, los planes de ordenación fijan los objetivos, medidas, criterios y líneas de actuación relativas a las distintas necesidades de conservación, así como a las actividades científicas, de investigación y de educación ambiental. Estos planes establecen también la gestión ecológica de los aprovechamientos tradicionales y de distintos usos, a través de un régimen de autorizaciones y limitaciones de uso.

Además de compatibilizar estos usos, los documentos recogen también medidas para mantener los procesos ecológicos; restaurar los hábitats degradados o desnaturalizados; conservar la flora y la fauna, y garantizar la protección del paisaje.

Tanto la declaración de ZEC como los planes mantienen los regímenes de administración y gestión. Estas tareas corresponden a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación, asistida por los distintos consejos provinciales de Medio Ambiente y Biodiversidad de las provincias en las que se localizan estos espacios naturales y en los que están representados los distintos agentes sociales, económicos, institucionales y locales.

Zonas de Especial Conservación
En la actualidad, Andalucía cuenta con 30 Zonas Especiales de Conservación (ZEC) declaradas: los espacios naturales de Doñana y Sierra Nevada; las reservas naturales de la Laguna de Fuente de Piedra (Málaga) y de las Lagunas del Sur de Córdoba, y 19 parques naturales: Cabo de Gata-Níjar y Sierra María-Los Vélez (Almería); Estrecho, Alcornocales, Bahía de Cádiz, Sierra de Grazalema, y La Breña y Marismas del Barbate (Cádiz); Sierra de Hornachuelos, Sierra de Cardeña y Montoro, y Sierras Subbéticas (Córdoba); Sierra de Baza, Sierra de Castril y Sierra de Huétor (Granada); Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva); Despeñaperros, Sierra de Andújar y Sierra Mágina (Jaén); Sierra de las Nieves (Málaga) y Sierra Norte de Sevilla; los parajes naturales Torcal de Antequera, los Reales de Sierra Bermeja, Sierra Crestellina y el Desfiladero de los Gaitanes, en la provincia de Málaga, y el Estuario del Río Guadiaro y las Marismas del Río Palmones en la provincia de Cádiz. Asimismo, se incluye el Estrecho Oriental, ZEC declarada por el Estado.

La Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, donde se incluyen estos territorios, es una de las mayores de Europa, con 247 enclaves y casi 2,8 millones de hectáreas (el 30% de la superficie protegida en España). Andalucía es, además, la segunda comunidad autónoma española, después de las Islas Canarias, con mayor longitud de costa protegida (uno de cada tres kilómetros). En el ámbito internacional, Andalucía tiene reconocidas por la Unesco nueve de las 22 Reservas de Biosfera que hay en España, a lo que suma la consideración de Doñana como Patrimonio de la Humanidad.

¿Cómo se adaptan las plantas al frio?

Los resultados, que publica 'Nature' este domingo, sugieren que muchas plantas adquirieron características que les ayudaron a prosperar en climas más fríos, como estar moribundas en invierno, mucho antes de toparse por primera vez con temperaturas de congelación.

Mediante la construcción de un árbol evolutivo de más de 32.000 especies de plantas con flores y combinándolo con los registros de exposición a la congelación y datos de las hoja y los tallos de miles de especies, un equipo de científicos ha reconstruido cómo las plantas han evolucionado para hacer frente al frío a medida que se extiende por todo el mundo.

Los resultados, que publica 'Nature' este domingo, sugieren que muchas plantas adquirieron características que les ayudaron a prosperar en climas más fríos, como estar moribundas en invierno, mucho antes de toparse por primera vez con temperaturas de congelación.

La evidencia fósil y reconstrucciones de las condiciones climáticas del pasado sugieren que plantas de floración temprana vivían en ambientes tropicales cálidos, explica el coautor Jeremy Beaulieu, del Instituto Nacional de Matemática y Síntesis Biológica (NIMBioS) en la Universidad de Tennessee, en Estados Unidos. Como las plantas se propagaron a latitudes y altitudes más altas, evolucionaron en formas que les ayudaron a hacer frente a condiciones de frío.

Las plantas que viven en la tundra, como el cinquefoil ártico y la saxifraga de tres dientes, pueden soportar temperaturas invernales inferiores a menos 15 grados Celsius. A diferencia de los animales, la mayoría de las plantas no puede moverse para escapar del frío o generar calor para mantenerse caliente No es tanto el frío, sino el hielo el que plantea problemas a las plantas, porque, por ejemplo, la congelación y descongelación provoca burbujas de aire que se forman en el sistema de transporte interno de agua de la planta.

"Es como las burbujas de aire que se ven suspendidas en los cubos de hielo", pone como ejemplo uno de los autores de la investigación, Amy Zanne, de la Universidad George Washington. "Si se junta un número suficiente de estas burbujas de aire, cuando el agua se descongela pueden bloquear el flujo de agua desde las raíces hasta las hojas y matar a la planta", detalla.

Los investigadores identificaron tres rasgos que ayudan a las plantas conseguir evitar estos problemas. Algunas plantas, como nogales y robles, evitan daños por congelación al dejar caer sus hojas antes de que llegue el frío del invierno, cerrando de manera efectiva el flujo de agua entre las raíces y las hojas, y haciendo crecer nuevas hojas y células de transporte de agua cuando se restablece el clima más cálido.

Otras plantas, como abedules y álamos, también se protegen a sí mismos por tener estrechas células de transporte de agua, lo que hace a las partes de la planta que llevan agua menos susceptibles a la obstrucción durante la congelación y descongelación. Otras están moribundas en invierno y sus raíces vuelven a brotar o comienzan a crecer como nuevas plantas a partir de semillas cuando las condiciones son adecuadas.

Cuando los investigadores mapearon las hojas que recogieron y surgieron datos del árbol evolutivo de las plantas con flores, se encontraron con que muchas plantas estaban bien equipadas para los climas helados, incluso antes de que llegaran las condiciones de frío.

Las plantas que mueren en invierno, por ejemplo, adquirieron la capacidad de morir y regresar cuando las condiciones mejoran mucho antes de experimentar la primera congelación. Del mismo modo, las especies con las células de transporte de agua estrechas adquirieron un sistema circulatorio más fino antes enfrentarse a los climas fríos.

"Esto sugiere que alguna otra presión ambiental, posiblemente la sequía, hizo a estas plantas evolucionar de esta manera y pasar a funcionar muy bien para tolerar la congelación", plantea Zanne . Las únicas excepciones fueron las plantas con hojas caducas, ya que no ganaron la capacidad de caída de las hojas durante el invierno hasta que se toparon con la congelación, añade Beaulieu.
Fuente:
Europa Press

miércoles, 18 de diciembre de 2013

REPORTAJE: La vuelta al mundo en busca de auroras boreales


Son uno de los grandes espectáculos de la naturaleza. Y lo son tanto por lo que tienen de bellas como de esquivas. Porque aunque hay zonas del mundo donde se producen auroras boreales más de 200 días al año, no es nada fácil verlas. Veneradas y temidas desde la Antigüedad, hoy sabemos que las auroras boreales son producidas por las particulares solares al entrar en la atmósfera de la tierra. Quien ha visto una, nunca lo olvida.

La aventura de buscar auroras empieza siempre con una duda: ¿qué te pones para salir a la intemperie de la noche polar, con 25 grados bajo cero y dos metros de nieve. La respuesta es: ¡todo! Cazar auroras es asunto muy frío: solo se producen en los casquetes polares (se llaman auroras boreales en el norte y australes en el sur), pero en contra de lo que piensan muchos, no por estar más cerca del polo geográfico son más frecuentes. Las zonas de mayor probabilidad son las que están en torno a los círculos polares, tanto ártico como antártico.

¿Por qué se producen?
Las auroras son producto de la caída de masa solar en forma de partículas sobre la tierra. El campo magnético que nos rodea las dirige hacia los polos terrestres. Los protones y electrones de ese viento solar, que viaja a casi 1000 km por segundo y cubre la distancia Sol-Tierra en dos o tres días, chocan con los átomos de oxígeno y nitrógeno de la atmósfera. Un proceso análogo al que ocurre en los tubos de neón. Si pudiéramos verlo en cámara lenta y ampliado sería parecido a cuando un torrente violento de agua choca con el pretil de un puente: se abre y adapta a la forma del obstáculo, bordeándolo mientras lo abraza. En ese abrazo cósmico se desprende energía en forma de luz visible que generalmente adopta formas de estructura alargada, como cintas o colas de cometas, en la dirección opuesta al sol. Son las famosas banderolas de las auroras boreales.

¿Quién les puso nombre?
Fue el astrónomo Galileo Galilei en 1619; para ello  tomó el nombre de la diosa griega del amanecer, Aurora, y el de su hijo Bóreas, el viento del norte.

¿Cómo son?
Normalmente una aurora empiezan en forma de arco alargado que se extiende de este a oeste. Poco a poco ese arco se va desdoblando en formas variadas, rizos, banderolas, cintas con varias capas de colores… Otra veces se deshace en fajas verticales que asemejan haces de luz proyectados desde el cielo por un foco celestial. El espectáculo puede durar toda la noche o apenas unos minutos, en una orgía de formas y colores que no deje impasible a quien lo observa. Los  esquimales creían que las auroras eran el reino donde habitaban sus familiares fallecidos. Si las luces se movían con rapidez y agitación significaba que los difuntos estaba tratando de ponerse en contacto con ellos.

Mejor época para verlas
Las auroras se producen durante todo el año, pero como en verano en el círculo polar es de día casi las 24 horas, la mejor época para verlas es desde finales de otoño a principios de primavera (febrero y marzo), cuando llega la larga noche polar. Pero esto es solo orientativo: al sur de Groenlandia, por ejemplo, empiezan a verse ya a mediados de agosto.

¿Cuáles son los mejores lugares para observarlas?
Dicho está que las auroras son fenómenos que se producen en ambos polos. Pero dado que la única tierra que hay en el Círculo Polar Antártico es la propia Antártida, está claro que lo más práctico es ir al Círculo Polar Ártico, donde hay tierra habitada mucho más al norte.
Lugares con alta probabilidad de verlas son: Alaska, norte de Canadá, toda Groenlandia(Kangerlussuaq, una población en la costa oeste de la isla, es uno de los lugares del mundo con mayor número de auroras boreales al año), norte de Islandia, Escocia, toda Laponia, tanto la noruega, la sueca como la finlandesa (en Tromso por ejemplo suelen ser muy habituales; también en Saariselka, en Karasjok, en Kiruna…), las islas Svalbard y también en todo el norte de Rusia y Siberia.

Mitos y leyendas sobre las auroras
Las auroras boreales sorprendieron y fascinaron a los primeros navegantes europeos que empezaron a surcar el Ártico allá por el siglo XVI en busca del Paso del Noroeste. No son patrimonio del planeta Tierra. Se producen y con mayor frecuencia aún en otros planetas del sistema solar. Son famosas las de Júpiter y Saturno, que tienen un campo magnético alrededor mucho más intenso que el de la Tierra y por tanto atraen en mayor cantidad ese polvo solar. Ío, la luna de Júpiter, es otro excelente lugar para disfrutar de ellas,  aunque resulta un poco más complicado acceder allí que a Groenlandia.

Un grupo de científicos norteamericanos provocó sin querer la que fue la primera aurora artificial de la historia a 100 kilómetros de altura sobre Alaska cuando probaban un polémico sistema de antenas dedicadas al estudio de la ionosfera, el sistema Haarp.

Durante la Edad Media se las asoció con desastres, guerras y plagas. “Dios está enfadado si la aurora llamea”, dice un viejo cuento escandinavo. Para los vikingos eran mensajes de las doncellas muertas. Los nativos norteamericanos pensaban que se podía conjurar a espíritus y fantasmas silbando a esas misteriosas luces del norte. Eran el reflejo de fuegos enormes que se encendían más al norte, prendidos quizá por un poderoso Dios en su intento por iluminar las partes frías y oscuras del mundo.

Según el folclore danés, una pareja de cisnes voló tan lejos que quedó atrapada en los hielos polares; las bandas de colores de la aurora las provocan sus alas intentado escapar de esa prisión de hielo.

Sobre el cielo de España también se producen, pero la probabilidad es ínfima: una vez cada 10 años en el norte y una cada 100 en el sur. Los ciudadanos de Figueres (Girona) aún recuerdan la que se vio la noche del 6 de abril de 2001.

Si nunca habéis visto una no os perdáis este vídeo que hizo el fotógrafo sueco Göran Strand en marzo de este año, dos días después de que el sol lanzara una gran tormenta de partículas sobre la Tierra.

Prepirineo Central Catalán: la transición perfecta del paisaje

Desde cultivos extensivos de cereal o pastizales, pasando por bosques típicos mediterráneos (pinares o robledales), hasta prados puramente alpinos: el Prepirineo Central Catalán supone la transición perfecta del paisaje.

Más de 57.000 hectáreas de esos ecosistemas tan diferentes integran el espacio “Prepirineo Central Catalán”, un lugar incluido en la Red Natura 2000 y catalogado como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Ecosistemas que se extienden a lo largo de tres provincias catalanas (Lérida, Barcelona y Gerona) y que se elevan desde los 700 metros de altitud hasta casi 2.700, una cota que en nada envidia a su “hermano mayor” (los Pirineos).

Valles y cumbres asimétricos
El Prepirineo Central Catalán presenta relieves muy abruptos entre los que destaca el modelado “kárstico” producido por la erosión del agua, pero las diferentes sierras que integran este espacio y sus valles se caracterizan además por la asimetría de su relieve y sobre todo por las altitudes que alcanzan algunas cumbres.

Además de los robledales, de los pinares o de la vegetación típicamente alpina, en el prepirineo catalán se localizan algunas especies vegetales endémicas o “muy raras” en el resto de Cataluña, como la orquídea conocida como “zapatito de dama” o el “perejil de rebeco” una extraña planta que crece por encima de los 1.900 metros de altitud.

El espacio reúne características zoológicas muy singulares, ya que conviven especies típicamente mediterráneas con otras propias de cotas más altas, y precisamente una de las peculiaridades del lugar es que es el límite del área de distribución de algunas de las especies más emblemáticas de la península Ibérica, como el rebeco, el urogallo o el águila real.

Especies alpinas junto a otras típicamente ibéricas
Así, además de por la evolución del paisaje, este espacio de la Red Natura 2000 destaca por ser un área de confluencia de especies alpinas y de otras típicamente mediterráneas.
Porque en el prepirineo central de Cataluña conviven tritones o topillos propios de altitudes muy elevadas con abejeros, milanos, alimoches, buitres, búhos y águilas.

El espacio está considerado como un lugar de gran interés debido a esa variedad de ecosistemas y de especies y como una pieza “clave” e incluso “única” para que la región alpina española esté suficientemente representada en la Red Natura.

La economía de la zona se sustenta sobre las actividades forestales y ganaderas, la piscicultura, la agricultura y la minería, pero además destacan los usos turísticos y deportivos y de hecho dentro de este espacio están incluidas instalaciones de esquí alpino.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Exposición: El Mediterráneo, la región con más especies invasoras

La exposición “Mediterráneo” señala que este mar cuenta con 637 especies invasoras, lo que supone el 4 % de todas las que habitan en la zona, por lo que se convierte en la región del planeta con mayor número de especies invasoras del planeta.

La contaminación, la sobreexplotación y la presión poblacional amenazan la riqueza y biodiversidad del Mediterráneo, tal y como muestra la exposición “Mediterráneo, nuestro mar como nunca lo has visto”, organizada por Obra Social “La Caixa” y que se exhibe en el CosmoCaixa de Barcelona.

La muestra pretende hacer reflexionar a la población de su relación con el mar y concienciar de que hay que actuar ante hechos como que el Mediterráneo es una de las zonas con mayores niveles de contaminación y de especies en peligro de extinción del mundo.

La exposición se divide en tres partes: una primera geológica en la que el público descubre, por ejemplo, que este mar se secó y se convirtió en un desierto hace seis millones de años, hasta que un movimiento de placas tectónicas hizo posible el nuevo Mediterráneo.

En esta fase se muestran además otras características de este mar, como que es el segundo más cerrado del mundo, y se puede probar una gota de agua con la salinidad del Mediterráneo y compararla con la de otros mares.

Biodiversidad
La segunda parte de la exposición se centra en la gran biodiversidad del mar Mediterráneo, que posee 17.000 especies y cuya supervivencia se ve amenazada, ya que sólo el 0,01 % de las aguas están completamente protegidas.

Según ha explicado el subdirector del Área de Ciencia y Medio Ambiente de la Fundación “La Caixa”, Ignasi López, el Mare Nostrum “se regenera lentamente”, lo que, junto a la contaminación y la superpoblación, hacen que haya que “mantener esta biodiversidad con mucho cuidado”.

En este espacio se presta especial atención al atún, una especie muy abundante en otras épocas y en peligro de extinción actualmente, debido a la sobrepesca a la que es sometido.
La tercera parte de la exposición ofrece una mirada a la vida alrededor del Mediterráneo y su influencia en la lengua, la dieta y la cultura en general de los tres continentes que baña.

Más de 250 fotos de ciudadanos
La directora general adjunta de la Fundación “La Caixa”, Elisa Durán, ha destacado que esta exposición ha contado con participación ciudadana, ya que ha habido gente que ha diseñado el cartel y ha contribuido enviando 254 fotos de especies y casi 100 muestras de arena de playas del Mediterráneo.

Además, ha querido subrayar que CosmoCaixa conectará la exposición con el área cultural de CaixaForum a través de entradas u otras acciones conjuntas, y ha recalcado “la conexión digital” como singularidad de la exposición, que ha innovado en el ámbito tecnológico introduciendo, entre otras cosas, códigos QR.

Proyectos científicos
“Mediterráneo” ha dedicado su último espacio a los proyectos científicos y tecnológicos más modernos que trabajan por la sostenibilidad del mar, como el Sistemade Observación y Predicción Costera de las Islas Baleares, el primer laboratorio submarino y un robot que recoge muestras del fondo marino.

Para finalizar, una “nube de palabras” refleja cómo ha reflexionado el público después de pasar por la exposición con una comparativa de palabras sobre el Mediterráneo.

La organización espera que la exposición ayude “a tomar conciencia general de los numerosos peligros que se ciernen sobre un mar sobreexplotado en todos los sentidos y que, hasta hace muy poco, se hallaba en una situación mucho más saludable que la actual”.

"Doñana se ha vuelto respetable. Ya no es el 'far west' con furtivos a caballo"

Entrevista a Miguel Delibes de Castro (Biólogo del CSIC y durante 12 años, director de la EBD). Hoy en día es considerado la mayor figura en el estudio del Lince Ibérico. Llegó de Castilla para vivir en un coto aún aislado y salvaje. Hoy es uno de los mayores expertos en el lince, "la última fiera de Europa", como la definió Félix Rodríguez de la Fuente.

- De las dos grandes pasiones de su padre, la naturaleza y la escritura, usted se ha quedado con la primera, ¿por qué? 

- De alguna manera he heredado las dos pasiones. Sin embargo, al igual que le pasa a mis hermanos, siento un gran pudor y ejerzo una férrea autocensura cuando de escribir se trata. Yo siempre he dicho que el que me hizo querer a la naturaleza fue mi padre, mientras que el que me enseñó a escribir fue Rodríguez de la Fuente.

- Rodríguez de la Fuente... ¿Cómo terminó siendo su colaborador?

- Fue un cúmulo de casualidades y a lo mejor tuvo algo que ver el llamarme Miguel Delibes. El año que yo estaba acabando la carrera en la Complutense, la editorial Salvat le encargó a Rodríguez de la Fuente escribir la Enciclopedia de la Fauna, y éste le pidió a mi profesor de Evolución Humana, Emiliano Aguirre -el maestro de todos los de Atapuerca-, que le diera los nombres de estudiantes que redactasen bien los exámenes. Me llamó su secretaria para citarme en su casa y yo creía que era una broma, tanto que le dije que me contara otra de vaqueros. Estuve tres años trabajando con él, sin contrato, cobrando en un sobre, aunque al final, tras un plantón que organizamos los colaboradores, ganábamos bastante dinero.

- Sobre él se difundió la leyenda negra de que era una persona egocéntrica y narcisista hasta extremos ridículos. ¿Qué opina usted?

- Trabajé con él del 69 al 72 y a mí me pareció siempre un hombre cercano, amistoso y buen maestro. Es cierto que tenía debilidades humanas, lo cual es bastante de agradecer. Por ejemplo, le gustaba parecer más alto de lo que era y en las fotos siempre se ponía un poco adelantado para dar esa sensación... Tonterías de ese tipo que más bien lo humanizaban. El día que lo conocí junto a un amigo nos habló durante varias horas con el mismo tonillo y lenguaje que tenía en la televisión... "el astro rey que se acuesta en el horizonte"... Al salir de su casa concluímos que debía ser bastante insoportable. Sin embargo, al día siguiente me llevó a cazar con halcones y al volver le dije a mi amigo: "Es normal, suda, dice tacos y come chorizo..." Al final estaba un poco agobiado y constreñido porque en TVE tenía muy poco presupuesto en unos momentos en que en todo el mundo se hacían ya las cosas con mucha calidad. Con lo que la BBC hacía un programa de media hora, Rodríguez de la Fuente tenía que hacer treinta...Sólo puedo decir cosas buenas de él.

Los niños de la EGB se lo agradecemos. Ha sacado usted el tema de la caza, la gran afición de su padre, sobre la que dejó páginas inolvidables. ¿La ha practicado?

- Sí, fui un apasionado cazador desde los 15 hasta los 22 años. Iba con mi padre todos los domingos hasta que me marché a estudiar a Madrid. Finalmente, cuando me vine a Andalucía lo dejé totalmente. Aun así, sigo compartiendo ese espíritu de los cazadores de antes.

- ¿Pero hubo algún motivo ideológico en este abandono de la caza?

- Algo de eso hubo. Lo ha contado mi hermano Germán en el prólogo del volumen dedicado a la caza de las Obras Completas de mi padre. A mí me empezaron a divertir más otras cosas del campo. Aunque parezca una inmodestia, me pasó igual que a Darwin, que antes de embarcarse en el Beagle era un apasionado cazador. Cuando vas al campo y te interesas más por la caca del zorro o la egrópila del mochuelo que por cobrar una perdiz te conviertes en un mal cazador.

- ¿Cómo era su padre en el campo, cómo se movía?

- En la cacería era muy líder, infatigable, tenaz... nos obligaba a seguir cazando cuando ya estábamos todos agotados y con ganas de regresar. Era abierto y se hacía muy amigo de las gentes, siempre atento a su forma de hablar para después anotarlo. Estaba muy preocupado por el aspecto social y económico del campo castellano, cuyos problemas llevó al periódico con los consiguientes choques con la censura.

- A principios de los años 70 llegó a Andalucía para estudiar la cadena trófica del lince...

- A mí me llamaba mucho la atención la investigación y pedí una beca para la Estación Biológica de Doñana. José Antonio Valverde, que era su director entonces, me puso la condición de que tenía que vivir dentro del parque nacional.

- ¿Y cómo era aquella Doñana de principios de los 70? 

-Una cosa totalmente primitiva. Al poco de estar allí me casé y viví con mi mujer casi cinco años en una habitación del Palacio de Doñana. Éramos un colectivo muy pequeño y aislado, sin electricidad, sin correo, sin teléfono. Había que ir a comprar la comida a Almonte, que estaba a unos cuarenta kilómetros, muchos por camino de tierra. Los alimentos se nos estropeaban en las neveras de butano y muchas de las cosas que ahora no me gustan es porque las comí allí medio malas. Los universitarios establecimos una relación muy estrecha con los guardas y sus familias. Unos aportaban el saber tradicional y otros la novedad. Eso sí, al principio no les entendíamos nada cuando hablaban.

- ¿Y su mujer se lo ha perdonado?

- Una vez, en una boda, mi suegra, que se había tomado una copa de vino, me dijo: "Que conste hijo que todavía no te he perdonado". Hay que tener en cuenta que mi mujer llegó a Doñana con 22 años y era la única niña de ocho hermanos. Entonces, cuando veníamos a Sevilla lo hacíamos para calentarnos, meternos en una bañera de agua caliente e ir al cine. Decidimos dejar el parque y residir en Sevilla cuando tuvimos un niño y no éramos capaces de criarlo en las condiciones de Doñana. Había que darle el biberón con una lámpara de minero, calentar la leche en un hornillo de gas y todo ese tipo de cosas. Ahora, mi mujer, que añora mucho aquellos años, me pregunta por qué nos fuimos. "Porque quisimos", le digo yo.

- Toda una aventura.

- Doñana se ha hecho respetable. Ya no es el far west con furtivos a caballo, paludismo y sin apenas población. De eso apenas queda nada, se ha civilizado. La Doñana de los 60 y 70 era joven, pero condenada a muerte debido a un horizonte de desarrollo previsto que contemplaba un enorme plan agrícola y un proyecto turístico muy amplio. Doñana es ahora más respetable y funcionarial, pero se ha salvado, está indultada.

- Sin embargo, sobre Doñana sigue pesando una amenaza desarrollista, un discurso que culpa al parque nacional de la falta de perspectivas de desarrollo de la zona. 

- Este discurso, como es normal, es mayor cuando hay una crisis económica y social como la actual. Cuando las cosas iban bien y llovían los millones de Europa para el Plan de Desarrollo Sostenible, Doñana era maravillosa.

- ¿Ha aumentado la presión sobre el coto?

- Sí, ahora es mayor que hace unos años.

- ¿Y quién la ejerce? 

- Todo el entorno: la agricultura, el turismo, los municipios, algo menos la construcción... Esta presión se percibe en el ambiente. Por ejemplo, el borrador de la nueva ley sobre parques nacionales que prepara el Ministerio de Medio Ambiente contempla más facilidades para la explotación económica de estos espacios. Creo que esto se está difundiendo en los medios de comunicación para calmar los ánimos.

- ¿Y cuál es la situación actual del parque?

- Doñana tiene un problema importante de agua dulce, algo que creo que ocurrirá siempre. Por sus acuíferos compiten la agricultura, las urbanizaciones turísticas y la ecología de la zona. Hay bastantes regadíos ilegales y se puede estar sacando más agua de lo que los expertos recomiendan para poder conservar el parque. El peligro de que se sequen muchos árboles y cambie la vegetación en las orillas de las marismas ya está ocurriendo desde hace años en la parte norte de Doñana, entre el Rocío y Villamanrique, donde hay una gran depresión del acuífero. Esta circunstancia, inevitablemente, es una fuente de tensión y hay que saber llegar a acuerdos. Que Doñana tenga problemas no es dramático, es lo normal.

- ¿Y el cambio climático, le afectará?

- Bueno, se supone que en Andalucía hará más calor y lloverá menos, algo que afectará inevitablemente a Doñana. Además, el mar está creciendo y, a largo plazo, hay riesgo de que se introduzca en los acuíferos dulces. En cualquier caso estamos hablando de una posibilidad y siempre a largo plazo.

- ¿Es posible realizar el dragado en profundidad del Guadalquivir sin dañar el parque nacional?

- Actualmente no lo veo posible. El informe científico que hizo el CSIC, que es un trabajo muy serio, dice que sería factible con una serie de condiciones que por ahora no se cumplen: revitalizar todo el estuario -de Sanlúcar de Barrameda a Alcalá del Río-, cuya agua está biológicamente muy muerta; y afianzar los márgenes. Sólo el paso actual de barcos se está comiendo Doñana y si aumentamos el calado de los mismos el proceso avanzará mucho más deprisa.

- El lince, sobre el que usted es uno de los mayores expertos del mundo, se ha convertido en una especie de símbolo de una Península Ibérica natural y salvaje que está desapareciendo.

- Rodríguez de la Fuente lo bautizó como la última fiera de Europa. Hay especies que son muy emblemáticas porque son raras, bonitas y parecen que te dicen algo con la mirada, incluso en las fotografías... Por ejemplo, el águila imperial o el quebrantahuesos y sus "ojos de acero y sangre", como decía Francisco Umbral. Yo fui víctima de ese hechizo de la mirada del lince, porque mi tesis, en principio, iba a ser sobre ginetas y meloncillos. Cuando llegué a Doñana todo el mundo hablaba del lince, pero yo no veía ninguno. Pasé meses y meses sin conseguirlo y los guardas hasta se reían de mí...

- ¿Cuándo lo vio por primera vez? 

- Sin buscarlo. Iba a subir a un nido de milanos y el lince estaba durmiendo en la rama de un alcornoque. Fue una cosa impresionante. Debió notar que yo andaba cerca y me eché para atrás sin hacer ruido. Él se desperezó, bajó y huyó.

Tras una época de recuperación, parece que el lince pasa actualmente problemas por la falta de conejos debido a una epidemia. ¿Cuál es la situación actual?

- Probablemente hay más linces y en más lugares que cuando empezamos a censarlos en los años 80, aunque la población de Doñana es menor. La Junta los cifra en 305, una cifra demasiado exacta que le resta un poco de verisimilitud. También hay unos 90 ejemplares en cautividad... Es muy difícil frenar la desaparción de una especie, pero esto se ha conseguido con el lince y hay lugar para el optimismo. Sin embargo siempre hay amenazas, como la enfermedad de los conejos a la que usted hacía alusión, que es una cepa nueva de la neumonía vírica, o que, simplemente, la Unión Europea deje de destinar las grandes cantidades de dinero que ha invertido en el lince... Miedo me da.

- Hay una cierta corriente de opinión en contra del lince. Le llaman el animal funcionario...

- Creo que esto es inevitable. Si el lince desapareciese las críticas vendrían por el otro lado. Vuelvo a la opinión de Umbral sobre el quebrantahuesos: "Que no se nos acabe, que no se diga".

- A mucha gente le cuesta comprender por qué es necesaria la biodiversidad. Creen que es una frivolidad propia de radicales ociosos.

- La pérdida de biodiversidad es un problema grave. Somos parte de la biodiversidad y dependemos de ella. El medio ambiente en el que vivimos no está hecho, sino que se hace todos los días: el oxígeno de la atmósfera lo producen las plantas y las bacterias; los seres vivos son los que regulan el clima... Sin ellos, la tierra ya estaría mucho más caliente. Tenemos cosechas porque los seres vivos polinizan las flores y éstos son también muy importantes en el control de plagas y, al desaparecer muchos depredadores, tenemos que usar cada año más insecticidas. La biodiversidad es todo ese entorno que necesitamos para vivir. Es cierto que nuestro mundo funciona pese a la extinción de algunas especies, algo que siempre ha ocurrido, pero no sabemos dónde está el límite. En ese sentido, el lince es una bandera que sirve para llamar la atención sobre el resto.

- Antes habló de José Antonio Valverde, gran naturalista y figura legendaria en Doñana.

- Fue el gran muñidor de Doñana, el que construyó un espacio resistente a la destrucción basándose en la trascendencia ecológica del lugar. Yo he escrito que por el coto habían pasado reyes y nobles; escritores y poetas como Quevedo; pintores como Goya; curas y monjes para catequizar a los indígenas que estaban por allí... Pero no fue hasta que llegaron los naturalistas cuando Doñana trascendió. Valverde tuvo desde el principio la idea de vender Doñana a través de los medios de comunicación. Por ejemplo, llegaba un periodista que iba a publicar un reportaje en Paris Match y tenía prioridad sobre todos los becarios a la hora de usar un coche, algo que entonces nos molestaba mucho.

Entrevista realizada por Luís Sánchez Moliní

viernes, 13 de diciembre de 2013

Divulgación Científica: Desgranando Ciencia

El Parque de las Ciencias de Granada acoge “Desgranando Ciencia”, un evento de divulgación científica en el que habrá conferencias, talleres, espectáculos y proyecciones de cine. Además se estrenará el último documental producido por la plataforma  Hablando de Ciencia: “Granada: mil años de Ciencia”.

Fecha: 14-15 de diciembre 2013.

Hora: 14 de diciembre de 10.00 a 18.00 horas.
          15 de diciembre de 10.00 a 14.00 horas.

Lugar: Auditorio y Galería Cultural (Granada). El acceso a esta zona es gratuito hasta completar aforo.

Más información:
http://desgranandociencia.es/

miércoles, 11 de diciembre de 2013

11 Diciembre: Día Internacional de las Montañas

Como cada 11 de diciembre desde el año 2003, hoy se celebra el Día Internacional de las Montañas, una efeméride ideada por la ONU para “crear conciencia de la importancia que tienen las montañas para la vida, de señalar las oportunidades y las limitaciones que afronta el desarrollo de las zonas montañosas, y de crear alianzas que produzcan un cambio positivo en las montañas y las tierras altas del mundo".

En septiembre del 2003, con motivo del Año Internacional de las Montañas, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró la celebración del Día Internacional de las Montañas con el objeto de concienciar a los estados y a la población mundial de la importancia que tienen las montañas para la vida, y de recoger propuestas para evitar la destrucción de las montañas en las que viven una gran cantidad de animales y de plantas necesarias en la supervivencia del ser humano.

Cada año, el día se celebra bajo el paraguas de un lema: el cambio climático en las zonas montañosas; la seguridad alimentaria; los pueblos indígenas de las montañas, etcétera. Este año, el leit motiv es Montañas: clave para el futuro sostenible.

Numerosas organizaciones sociales y deportivas protagonizarán actos lúdicos y deportivos para conmemorar este día, como por ejemplo MDM (M de Mampodre), un proyecto integrado por montañeros de León, que quieren sacar a las montañas del Mampodre del injusto olvido que, según ellos, sufren. Para ello, han convocado una concentración para intentar reunir al mayor número de montañeros en las cumbres del Mampodre. Acciones como ésta se reproducirán por todas las montañas de nuestro país.

Otra acción destacada que ha nacido en Dénia es We loveMountains , una plataforma diseñada para los amantes de las montañas y un foro para compartir experiencias mediante las diferentes redes sociales. La intención es unir cuantas más personas y montañas mejor y formar parte en la creación de un Mapa de las Montañas con imágenes e información de todo el mundo. Para poder participar en esta iniciativa, sólo hay que subir a la montaña preferida y hacerse una fotografía con la insignia o bandera del Día Internacional de las Montañas.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Casi 200 especies de aves en `peligro crítico´ de extinción

El número de especies de aves en peligro crítico de extinción en el mundo ha ascendido hasta alcanzar un máximo histórico de 198 según la última “lista roja de las aves” elaborada por SEO/Birdlife International, informó la ONG conservacionista.

Se estima que el 20 por ciento de las mas de 10.000 especies de aves que existen “están en riesgo”: 198 en peligro crítico, 397 en peligro, 713 incluidas en la categoría de vulnerable y 888 en el estado de casi amenazada, lo que suma 2.196.

 En España, SEO/BirdLife reconoce la existencia de 569 especies diferentes de aves, de las cuales la pardela balear es la única que se encuentra en peligro crítico a nivel mundial.

Las poblaciones españolas de otras aves como el alcaudón chico o la cerceta pardilla, están en esta categoría a nivel europeo y las tendencias de sus poblaciones “son muy pesimistas”.

El director de Ciencia, Política e Información de BirdLife International, Leon Bennun, ha señalado que “casi 200 especies de aves están actualmente en peligro inminente de extinguirse para siempre” y que “estas especies sufren agresiones por la pérdida de hábitat, los cambios de uso del suelo por la agricultura, la introducción de especies exóticas y el cambio climático”.

BirdLife Internacional es la autoridad científica y conservacionista encargada de designar las especies de aves y la categoría que deben ocupar en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Se basa -recuerdan en un comunicado- en un sistema objetivo para valorar los riesgos de extinción de una especie y establece las medidas de conservación que se deben tomar.

La pardela balear, el ave marina más amenazada de Europa
La pardela balear se considera la especie marina más amenazada de Europa. Tiene la categoría de peligro crítico, que se basa principalmente en una probabilidad de extinción de poco más de 40 años (menos de tres generaciones), según SEO/Birdlife.

Esta probabilidad tiene en cuenta el alarmante declive detectado en las colonias de cría -que se pueden reducir en un 7% anual- y el tamaño poblacional de esta pardela endémica del archipiélago balear, estimado en unas 2.000 parejas reproductoras.

Sin embargo, existe información actualizada que aporta brotes de esperanza para la especie. Por un lado, la población reproductora recientemente ha sido revisada por la Conselleria de Medi Ambient de las Islas Baleares, y se ha establecido en 3.193 parejas.

Por otro lado, SEO/BirdLife y GREPOM trabajan en Marruecos para conservar la última colonia silvestre y viable de otra especie en peligro crítico, el ibis eremita, si bien la Junta de Andalucía y otros organismos europeos están ensayando técnicas de reintroducción de esta especie en suelo español.

El ibis eremita, muestra, por otra parte, una tendencia positiva en sus niveles poblacionales. Además, grupos cada vez más numerosos se observan en localidades alejadas de sus colonias actuales en Marruecos, lo que hace tener esperanzas en un mayor incremento en un futuro próximo.