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viernes, 15 de abril de 2011

Mariposas amenazadas

Estos insectos, vitales para el funcionamiento de los ecosistemas, disminuyen en todo el mundo por el impacto humano.

Son esenciales para el equilibrio ecológico de la naturaleza y están amenazadas. Diversos estudios muestran el declive de las mariposas en un ámbito global. En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población. En España, de las 232 especies catalogadas, hasta un 10% sufre diversos grados de amenaza. Y podría ser peor en el futuro, a causa del cambio climático o las agresiones a su hábitat. Científicos y ecologistas reclaman más medidas de protección y conservación para estos seres de tan bello colorido.

Mariposas amenazas en Europa y España

Las mariposas son mucho más que unos bonitos y delicados insectos. Al igual que las abejas, también en peligro, su papel en la polinización es esencial para la supervivencia de las flores y plantas y, por extensión, de los seres humanos. Como suponen un eslabón clave en la cadena trófica, su desaparición desequilibraría los ecosistemas. En algunas partes del mundo sirven incluso de alimento para la población local, como los gusanos de Maguey en México, y no se pueden olvidar los beneficios que los gusanos de seda han proporcionado durante siglos.

En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población

A pesar de ello, diversos estudios muestran el declive de estos seres a escala global. En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población y cerca de un 9% está en peligro de extinción. Así lo señala la última Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La pérdida de biodiversidad es más dramática con las especies endémicas europeas, que no se encuentran en ninguna otra parte más del planeta. La UICN señala que un tercio del total de estos lepidópteros europeos son únicos, de los cuales el 15% están amenazados, en especial, en el sur del continente. La mariposa grande y blanca de Madeira, endémica de esta isla portuguesa, no se ha vuelto a ver desde hace 20 años y, por ello, se describe como "en peligro crítico de extinción".

España, el país con más biodiversidad de Europa, no es ajeno a esta delicada situación. Los científicos han catalogado 232 especies distintas, de las cuales hasta un 10% sufren diversos grados de amenaza. En particular, algunas especies no lo tienen fácil para sobrevivir. Es el caso de la mariposa Apolo (Parnassius apollo), que ya no se encuentra en varios sistemas montañosos andaluces, la Niña de Sierra Nevada (Polyommatus golgus), endémica en una zona muy reducida, o la Melanargia ines, que vive en el centro y el sur de la Península.

Principales peligros y cómo combatirlo

El Atlas de Riesgo Climático de las Mariposas Europeas señalaba en 2008 al calentamiento global como uno de los principales riesgos para estos insectos. Sus responsables aseguraban que Europa perderá gran parte de sus especies si continúa el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero. España, uno de los países más amenazados por las sequías en todos los modelos climáticos, será uno de los más afectados. Algunas especies endémicas desaparecerán para siempre, subrayaban los expertos del estudio.

Estos aseguran que, en el mejor de los casos, la mitad del territorio europeo, donde habitan 147 especies, se volverá inhóspito debido al aumento de la temperatura. La huida a latitudes situadas más al norte podría ser cada vez más frecuente, predicen. Por ello, la lucha contra el cambio climático es, también para las mariposas, de vital importancia.

Europa perderá gran parte de sus especies si continua con el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero.

La pérdida de hábitat es otro de los principales riesgos de las mariposas. Entre los causantes, los desequilibrios en el campo, tanto las prácticas agrícolas intensivas como el abandono del suelo, la contaminación, el abuso de pesticidas y abonos químicos, los incendios, la expansión del turismo, la presión urbanística insostenible, en especial en las zonas costeras, el impacto de determinadas infraestructuras, como las carreteras, y el citado cambio climático. Los responsables de la Lista Roja destacaban este problema, sobre todo, en el sur de Europa. En España, los efectos de la desertización y la sequía agravan esta situación.

Como medidas para ayudar a las mariposas, sus defensores reclaman una mayor vigilancia de las especies amenazadas y la aplicación de medidas efectivas para su conservación. La ampliación de zonas protegidas que impliquen todas las garantías es otra forma esencial de ayudar a estos insectos. La labor en equipo entre expertos y administraciones relacionadas con el medio ambiente también es importante, añaden.


El impulso de estrategias innovadoras de conservación puede contribuir a salvar a estos insectos. La organización ecologista internacional WWF impulsó hace cuatro años la Reserva de la Biosfera de la mariposa monarca. Esta especie (Danaus plexipus) es famosa por protagonizar todos los años una migración de millones de ejemplares desde EE.UU. y Canadá hacia el calor de California y México. Sin embargo, los científicos han detectado un gran descenso de su población. La propia WWF la consideró una de las diez especies más amenazadas del planeta en 2010.

Ubicada en Michoacán, al oeste de México, la reserva cuenta con el apoyo de ayudas públicas y de empresas privadas. Su objetivo es proteger el hábitat de hibernación de la mariposa monarca y ofrecer a las comunidades locales nuevas fuentes de ingresos sostenibles. Algunos proyectos incluyen la recogida y venta de savia para fabricar trementina, la elaboración de tejidos artesanales o el turismo ecológico.

El colorido mundo las mariposas

Las mariposas forman parte de los lepidópteros (lepis, escama y pteron, ala), el orden animal que incluye también a polillas y otros insectos. Su nombre en castellano proviene de "Mari, pósate", un juego infantil de hace siglos. Se han encontrado mariposas en todo tipo de hábitats, desde desiertos a montañas con nieves perpetuas, y con tamaños desde tres milímetros hasta 30 centímetros.

El color de sus alas tiene varias funciones. El camuflaje frente a sus depredadores es una de ellas. Los sistemas son muy diversos: simular su entorno, imitar a otros insectos, como avispas o abejas, o avisar de su peligrosidad. Algunas especies son venenosas y así lo hacen ver con colores rojos o amarillos. Otras especies de mariposas no venenosas se valen de esta coloración de advertencia para ahuyentar a sus enemigos. La coloración también tiene una función sexual, para el apareamiento de las especies.
Autor y más información en:
Alex Fernández Muerza
http://www.eurekalert.org/pub_releases/2008-12/haog-bae120908.php
http://www.wwf.es/que_hacemos/especies/especies_prioritarias/las_especies_mas_amenazadas_de_2010/



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