Investigadores de la
Universidad de Almería han logrado avances en la descontaminación y
desinfección de las aguas residuales industriales mediante un proceso que
combina luz solar, fangos activos y membranas.
Los ensayos
han permitido reducir la presencia de nitrógeno y carbono, dos de los elementos
habituales en los efluentes industriales, con el tratamiento de las aguas en un
reactor biológico y la acción de los microorganismos contenidos en los fangos
activos, ha informado la Fundación Descubre en un comunicado.
Para llevar a
cabo este proceso, los investigadores han diseñado un biorreactor anóxico de
membrana, que permite la eliminación conjunta de estos contaminantes operando a
niveles muy bajos de oxígeno.
Ésta es la
novedad del proceso, ya que lo habitual es que estos elementos se eliminen de
forma separada en dos fases: una para el nitrógeno, que apenas necesita oxígeno
para su degradación (proceso anóxico) y otra para el carbono, cuya eliminación
se produce mejor en condiciones aeróbicas.
"La
ventaja del reactor anóxico de membrana es que permite que se den estos dos
procedimientos de forma simultánea de manera que, cuando el agua que circula en
su interior recibe oxígeno procedente del aire empleado para limpiar la
superficie de la membrana, tiene lugar la fase aeróbica en la que se elimina
carbono. Por el contrario, en aquellas zonas en las que apenas hay aireación se
favorece la degradación de nitrógeno", ha explicado el investigador
principal, el profesor de Ingeniería Química José Luis Casas López.
La tecnología
de biorreactor se completa con un módulo de membrana en el que la biomasa es
separada del agua filtrándola a través de una malla cuyos poros miden 0,04
micrómetros.
Este tamaño
permite que las bacterias, incluso las más pequeñas que suelen medir una micra,
queden adheridas a la membrana y se separen del líquido.
Tratamiento
de 2 metros cúbicos de una empresa agrícola
Con este
sistema, los investigadores tratarán en torno a dos metros cúbicos de agua al
día procedentes de la empresa almeriense Cítricos del
Andarax, dedicada a la producción de zumos y cremas de verduras.
Otra de las
aportaciones de la investigación es la utilización de ultrasonidos para reducir
la producción de fangos que se genera en todo proceso de depuración de aguas
industriales.
"Los
ultrasonidos desencadenan fenómenos físicos y biológicos a través de la emisión
de ondas acústicas en el líquido, y su efecto es la rotura de las paredes de
las células de los microorganismos que existen en los fangos y la liberación de
toda la materia orgánica al medio", que a su vez es consumida por las
bacterias, ha apuntado Casas López.
De esta
forma, se facilita la eliminación de biomasa, que, de otra forma, habría que
sacarla del biorreactor y tratarla como un residuo sólido más, ha destacado.
Según han
señalado los investigadores, el tratamiento de estos residuos -que concentran
la mayor parte de contaminantes y microorganismos, muchos de ellos causantes de
enfermedades- supone para las pequeñas y medianas empresas "hasta un 65
por ciento de sus costes de explotación".
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