¿En cuánto tiempo se
puede recuperar la inversión? Como inciden los autores de este nuevo
informe, Albert Cuchí, profesor de la Universidad Politécnica de
Catalunya, y Peter Sweatman
Expertos
presentan en Conama un detallado plan de acción para reorientar el sector de la
vivienda hacia la rehabilitación energética en España.
Reducir de
forma drástica el consumo de las viviendas más antiguas no solo sale a cuenta
para el bolsillo de sus ocupantes, sino que además tiene retornos inmediatos
para la economía del país. Como incide el informe presentado este miércoles 28
en el Congreso Nacional del Medio Ambiente (Conama 2012) por el Grupo de
Trabajo de Rehabilitación (GTR)1 la reforma profunda de 10 millones de
viviendas en el país hasta 2050 –para reducir su gasto de calefacción un 80% y
cubrir un 60% de las necesidades de agua caliente– puede generar unos
130.000 empleos nuevos en una primera fase de aquí a 2020. Para ello, es verdad
que se requiere de una inversión total de 5.000-10.000 millones de euros al año
de fondos públicos y privados en un momento sumamente complejo. Sin embargo,
esta cantidad (considerablemente menor que la aprobada para el Plan de
Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) para el periodo
2005-2020), se ve compensada por los ahorros energéticos y en las emisiones de
CO2 evitadas.
¿En cuánto tiempo se puede recuperar la inversión? Como inciden los autores de este nuevo informe, Albert Cuchí, profesor de la Universidad Politécnica de Catalunya, y Peter Sweatman, director general de Climate Strategy & Partners, la inversión que deben realizar de media los propietarios para rehabilitar una vivienda en España es tanta como lo que dejarán de pagar en su factura de energía en 20 años (con una mejora de confort inmediata). A su vez, la economía del país tendría retornos desde el primer momento. “El país empezaría a tener más ingresos por IVA, dejaría de pagar el desempleo a muchos trabajadores, se recaudaría más por IRPF…”, destaca Sweatman, que considera que España no puede seguir desaprovechando en la situación actual el apoyo de la Unión Europea a la mejora en la eficiencia energética.
Después del primer informe presentado en 2011 por el Grupo de Trabajo sobre la Rehabilitación, este nuevo documento aporta mucha mayor precisión y calidad a las estimaciones, al incorporar a su modelo económico más de 80 nuevos parámetros. “Es inexplicable que en España todavía se tarda a impulsar la rehabilitación energética”, comentan los co-autores del informe quienes esperan nuevos pasos normativos en esta materia al principio del 2013.
Este segundo informe desmenuza en detalle el Plan de Acción necesario para llevar a cabo esta completa renovación del sector de la vivienda hacia la rehabilitación energética, incluyendo los mecanismos económicos imprescindibles para asegurar –de una u otra forma- los retornos previstos. Estos son:
- - Unas líneas de financiación adaptadas
para el plazo y riesgo de la rehabilitación. El informe reconoce que las condiciones
financieras en España, con la crisis, han empeorado de forma notable. No
obstante, aún así considera viable conseguir líneas nuevas del ICO dirigidas a
la rehabilitación profunda de viviendas españolas con características de un
coste fijo del 5% y en un plazo de 20 años o más. Unas líneas nuevas que deben
contar con el apoyo financiero que la UE para cumplir objetivos de eficiencia
energética y reducción de emisiones de GEI.
- - Fórmulas de subvencionar o llenar una
brecha de un 25% del coste de la reforma por subvención directa o instrumentos
fiscales. Estas
ayudas se reducirán durante los primeros 10 años del NSV, con la evolución de
los precios energéticos y con las economías de escala obtenidas dentro del
sector de la rehabilitación.
- - Una ‘curva de mejora tecnológica’ de
reducción de costes en la renovación de viviendas equivalente a un tipo nominal
de -1% al año. En
este informe se asume que el precio real de reforma de una vivienda se reducirá
a un tipo de -3% anual a largo plazo, y en un contexto de un incremento anual
del IPC español a largo plazo del 2%, conduce a un -1% nominal. Se considera
que habrá reducciones de costes por economías de escala, por aumento de la
competencia, por mejora en los procesos de contratación y en los costes de
transacción, pero prácticamente nulos en costes laborales ni en el precio de
las materias primas.
- - Una capacidad de arrastre de la
inversión en eficiencia energética en otras inversiones en mejora de la vivienda
en proporción de 2 (eficiencia energética) a 1 (otras mejoras). Está comprobado que la
intervención en eficiencia energética –o con otros fines– a la escala propuesta
para cada vivienda, genera un efecto arrastre en inversiones adicionales en
mejora de la calidad de la vivienda que tiene también un impacto en el valor de
la vivienda.
- - Un valor medio del CO2 equivalente
a un 15% del coste de la energía ahorrado. Las reformas energéticas de las viviendas tendrán
un impacto importante en los niveles de emisiones de España. El informe
contempla una aportación por “valor del CO2” del orden de 50 a 120 euros
para cada renovación energética por casa y por año durante su periodo de
amortización (es decir entre 20 y 30 años). Los autores reconocen que este
valor extra no vendrá en cantidad suficiente con el actual precio del CO2 (entre
6 y 8 euros/tonelada), pero consideran que este precio cambiará de forma
importante2 en los 20 próximos años. El informe admite también que las
reducciones domésticas de GEI en España siempre van a ser más caras de obtener
que la compra de créditos en un sistema europeo cuyo precio ha sido deprimido
por la crisis y por un exceso de derechos, y entrando en una segunda fase
sufriendo una sobre-oferta. Un sistema doméstico de certificados blancos
sobre la eficiencia energética ligado al cumplimiento de la nueva directiva de
eficiencia energética, parece ser una solución bastante prometedora en estos
aspectos.
El informe
GTR considera que la rehabilitación energética de viviendas genera unos 18
nuevos empleos por cada millón de euros invertidos, un dato calculado a partir
de la media de 15 estudios sobre los impactos de la renovación de edificios en
Europa y otros países. “Lo que no se ha hecho nunca seriamente en este
país es plantearse una rehabilitación energética profunda en la edificación”,
asegura Cuchí. “En España una vivienda puede consumir 75 kWh/m2 y año en
calefacción cuando el estándar de eficiencia alemán Passivhaus baja esa
cantidad a 15 kWh/m2 y año”, explica este arquitecto. “Es factible reducir
un 80% el consumo de energía de las viviendas en España”, insiste Cuchí, que
llama la atención en que, para ello, resulta muy importante impulsar
rehabilitaciones energéticas integrales, pues si se empieza primero por
pequeñas reformas más sencillas (como cambiar las calderas), luego ya no se
podrá mejorar tanto en eficiencia y será mucho más difícil recuperar las
inversiones.
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