Un censo exhaustivo de artrópodos en Panamá determina que hay 6.144 especies en el muestreo.
El
estudio ayuda a cuantificar la biodiversidad global
Desde
el suelo hasta la copa de los árboles, arrastrándose entre la
vegetación o subidos en globos, grúas y plataformas hinchables para
llegar a los puntos más altos, o escalando por los troncos, 70
científicos han rastreado exhaustivamente media hectárea de selva
tropical, en una reserva de Panamá, para hacer un recuento de todos
los artrópodos presentes: insectos arácnidos y crustáceos. Tras la
lenta labor posterior de identificación y clasificación, han
determinado que su recolección suma 129.494 artrópodos de 6.144
especies diferentes. Con estos datos los científicos logran hacer
buenas estimaciones de la biodiversidad en la región, de manera que
por cada especie de planta, de ave y de mamífero debe de haber 20,
83 y 312 especies de artrópodos, respectivamente. Estos cálculos
pueden ser muy útiles en las estrategias de conservación, destaca
la revista Science,
donde los investigadores (102 en total, de 21 países) han dado a
conocer su intenso trabajo y resultados.
El modelo de proporción de artrópodos respecto a plantas, por ejemplo, es muy útil para calcular la diversidad porque es más fácil contar árboles que esos pequeños animales, afirma el entomólogo Yves Bassets, líder del proyecto. Y basándose en el número de especies de árboles en el mundo, estos investigadores predicen que debe de haber unos seis millones de especies de artrópodos. “Solo conocemos una fracción de esta diversidad, tal vez uno de esos seis millones”, señala Bassets. Pero con menos de los 30 millones de especies que predijo otro entomólogo, Terry Erwin, es posible que algún día se lleguen a descubrir todas. Erwin no está de acuerdo, argumentando que los datos de los trópicos de Panamá no se pueden extrapolar al resto del mundo para hacer estimaciones globales, señala la revista Nature haciéndose eco de la investigación. Lo que está claro, cifras aparte, es que al perder selva tropical, se pierde irremediablemente una enorme cantidad de biodiversidad.
Escarabajos,
hormigas o moscas se buscan con técnicas específicas.
“Los
biólogos llevan años luchando por tener estimaciones fiables del
número total de especies en la Tierra y tenemos una idea bastante
buena de cuántas hay de grandes mamíferos, pájaros y plantas, pero
también sabemos que los artrópodos forman el grupo más diverso de
especies terrestres y el más numeroso, pero los cálculos de su
número total varían mucho, especialmente en las selvas tropicales,
donde están la mayoría de ellas”, explicó Andrew Sugden,
director adjunto deScience,
en la presentación del trabajo, transmitida por Internet. “La
dificultad estriba en el muestreo porque el medio ambiente selvático
es muy complejo, la parte superior suele ser más bien inaccesible y
las criaturas son muy pequeñas”, añadió.
Por
ello, Bassets y sus colegas recalcan en su artículo que la
originalidad de su investigación reside en el recuento intensivo de
especies de artrópodos en un reducto local, facilitando así la
extrapolación global de unos buenos datos empíricos de partida.
Hasta ahora, explicó Bassets en la presentación, las
investigaciones se han centrado en uno o pocos tipos de artrópodos,
mientras que ellos han abarcado todos aplicando 14 técnicas
complementarias de captura dirigidas a grupos de especies
específicas, como escarabajos, moscas, abejas, hormigas, ácaros o
termitas. Como continuación del proyecto, el equipo está ya
trabajando en un nuevo muestreo intensivo, esta vez en Papúa-Nueva
Guinea.
Suelo,
hojas de las plantas, madera seca y viva... los hábitats de los
artrópodos son bien variados dijo Maurice Leponce, del Instituto
Real de Bélgica para Historia Natural,
y el equipo planificó la recolección para abarcarlos todos. El
trabajo de campo se hizo en 2004-2005 en los puntos elegidos, media
hectárea en total, en la reserva de San Lorenzo, de 600.000
hectáreas.
Si
hay seis millones de sepecies, es posible llegar a conocerlas todas.
Después
vino la laboriosa y lenta tarea de etiquetar y clasificar las
capturas, explicó Frode Odegaard, del Instituto
Noruego de Investigación de la Naturaleza.
En total, más de un centenar de personas participaron en la
identificación, proceso para el cual se recurrió a expertos en las
diferentes especies. El trabajo incluyó el estudio detallado de
prácticamente cada espécimen, la comparación con colecciones de
referencia. Entre el 60% y un 70% del total pueden ser especies no
descritas hasta ahora, según las estimaciones basadas solo en los
escarabajos, añadió Odegaard.
“Mientras
que se han asignado inmensos recursos para hacer el mapa de nuestros
genes, para resolver estructuras subatómicas y para buscar vida
extraterrestre, hemos invertido mucho menos en averiguar con quién
compartimos la Tierra. No logro entender por qué este tipo de
investigaciones ha de hacerse con un presupuesto precario”, reclama
Bassets. “Creo que ha llegado el momento de pensar a lo grande
también en ecología”.
Más información:
http://www.sciencemag.org/
Más información:
http://www.sciencemag.org/
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