Con el fin último de proteger a las especies y ecosistemas que conforman la biodiversidad de la Ribera del Duero, que se extiende a lo largo de las provincias de Soria, Burgos, Segovia y Valladolid, la Fundación Oxígeno con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, la Fundación Cajamar y Cajacírculo ha puesto en marcha un Observatorio que incluye diversas iniciativas. Para proteger a estas especies, especialmente las que se encuentran en regresión o amenazadas, tratan de incentivar actividades como la custodia del territorio y la planificación ambiental por parte de municipios y propiedades particulares, como tierras de cultivo y bodegas.
Como
explica a DiCYT Roberto Lozano, presidente de la Fundación Oxígeno,
el Observatorio de la Biodiversidad de la Ribera del Duero (OBIRD)
“es una pequeña entidad que hemos generado en esta comarca con el
fin de incentivar la conservación de la naturaleza a través de la
implicación de los propietarios y de los pequeños municipios”. A
lo largo de 2012 han desarrollado actividades en cerca de 60 pueblos
de las cuatro provincias, donde se han organizado exposiciones y
talleres para niños con el objetivo de concienciar a la población.
Asimismo, avanza Lozano, se está trabajando en el diseño de una
página web que albergará toda la información relativa a la
biodiversidad de la Ribera del Duero y que se pondrá en marcha en
las próximas fechas.
Otras
de las actividades desarrolladas a lo largo de este año se centran
en la restauración de unos antiguos rediles de ganado de la cañada
real segoviana para su rehabilitación como centro de trabajo, con
una sala de interpretación ambiental, un albergue y una destilería
de orujos “con el fin de recoger un residuo, que además está muy
valorado, y hacer un producto autóctono con una pequeña cooperativa
con personas en riesgo de exclusión”.
“En
general lo queremos con este proyecto es generar ilusión y
expectativas a la hora de trabajar en el medio rural, provocando
inquietudes en agricultores, ganaderos y otro tipo de perfiles
profesionales y en la población en general”, insiste el presidente
de la Fundación Oxígeno.
Buenas
prácticas medioambientales
El
fin último, añade Lozano, es poner fin a algunas actuaciones
problemáticas a nivel medioambiental promovidas por la PAC (Política
Agraria Comunitaria) “como las concentraciones parcelarias o la
roturación del baldíos y perdidos”. Asimismo, se trata de
fomentar “la formación e información en buenas prácticas
ambientales dirigida a agricultores y ganaderos, así como la
divulgación y educación ambiental para la población en general”.
Tal y como expresa el experto, la Ribera del Duero es una comarca de
unos 100.000 habitantes que desconoce tener cerca especies en peligro
de extinción tan importantes como el oso pardo o el lince, un
desconocimiento “que puede llevar a su pérdida”.
En
cuanto a la formación de agricultores y ganaderos en buenas
prácticas medioambientales, se busca la realización de cambios “que
puedan favorecer la conservación del paisaje y de estas especies”.
Así, en la actualidad la Fundación trabaja con una quincena de
ayuntamientos de la comarca para que las concentraciones parcelarias
tengan en cuenta la preservación del ecosistema.
“Las
concentraciones parcelarias son un peligro porque muchas de ellas se
han planificado hace años pero aún no se han llevado a cabo, y
queremos que tengan en cuenta las zonas esteparias a preservar. Por
eso trabajamos con los ayuntamientos de manera preventiva para que ya
en la propia planificación se eliminen esas zonas como zonas de
actuación y reparto de los propietarios y se queden para el bien
común del pueblo”, precisa.
Respecto
a los ganaderos, se trata por ejemplo de formar a los pastores que
pasan por estas áreas esteparias. En este sentido, explica Lozano,
“encontramos zonas donde están pasando 2.000 ovejas por la mañana
y otras 2.000 por la tarde lo que hace que tanto la vegetación como
la fauna vaya desapareciendo poco a poco”. De este modo, la
Fundación informa a los ganaderos de la necesidad de que pasen con
menor frecuencia por el mismo lugar. Por otro lado, trabajan con las
bodegas de la comarca con el fin de que no destruyan pequeñas
charcas o setos, por ejemplo, que se encuentran entre sus cultivos,
pequeñas actuaciones “que pueden hacer que el paisaje y el entorno
se conserven mucho mejor”.
Ribera del Duero
La
Ribera del Duero es una comarca fundamentalmente agrícola recorrida
por el río Duero en la que se encuentran multitud de paisajes y
especies. Por ejemplo, en la parte que linda con la zona de pinares
de la Sierra de la Demanda de Burgos y Soria se hallan bosques de
pinar, encinar, sabinar o enebral, entre otras especies, y en esta
“maraña” de bosques el sector agrícola está plasmado en
terrenos de cereal de secano y viñas. Entre ellos encontramos
baldíos y perdidos, tierras que están sin labrar desde hace años y
que en la última década, debido a la PAC, se están roturando. “Un
gran mosaico de colores, espacios, terrenos en barbecho, cultivos,
viñedos, sabinares donde a primera vista parece que no hay grandes
espacios esteparios representativos como en el sur de la península,
pero que albergan especies en peligro de extinción como la alondra
ricotí que, debido a este movimiento agrícola y a la construcción
de las autovías que atraviesan la comarca, se han ido desplazando y
perdiendo”. Además, la Ribera del Duero alberga otros lugares de
interés comunitario como la zona Montejo de la Vega o los sabinares
del Arlanza.
Más información:
http://www.fundacionoxigeno.org/
http://www.fundacionoxigeno.org/
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