El calentamiento global es ya inevitable pero los próximos cinco años decidirán si su efecto puede amortiguarse o bien descontrolarse hasta niveles que causen "daños irreversibles" con consecuencias potencialmente catastróficas. Es la advertencia de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), organismo dependiente de la OCDE encargado de supervisar las políticas energéticas de los países miembro, en el informe anual sobre el panorama energético mundial presentado ayer en Londres.
La temperatura aumentará hasta tres veces más de lo admisible por la ONU
De proseguir el ritmo de consumo actual, los niveles de CO2 en la atmósfera incrementarán el efecto invernadero hasta disparar la temperatura media global entre los 3,5 y los seis grados centígrados, prevé el organismo. El objetivo de la ONU plasmado en los acuerdos internacionales consiste en acotar el calentamiento global a los dos grados centígrados, umbral a partir del cual se considera que el planeta padecerá un cambio climático irreversible. Es decir, pérdidas graves de biodiversidad, problemas de adaptación para las especies y riesgo de inundaciones en zonas densamente pobladas por el aumento del nivel de los océanos. Es un consenso poco matemático: los científicos señalan que un incremento de 1,5 centígrados ya implica riesgos de climas extremos y aumento peligroso del nivel de la línea oceánica pero las cumbres internacionales sobre el clima no han logrado un compromiso mayor.
En cualquier caso, "los países no pueden seguir basando su consumo en energías contaminantes", destaca el informe. Este traza un escenario energético en 2035 en el que sobresale el escaso impacto de las energías renovables para frenar el calentamiento global. Dentro de dos décadas, esta fuente energética que supone el 13% del consumo mundial pasará a ser el 18%, cifra insuficiente para mitigar el cambio climático. El carbón y el petróleo, por su parte, sufrirán un ligero descenso hasta suponer entre el 25 y el 30% del consumo total.
"Los países deben adoptar políticas más agresivas para impulsar estas energías no contaminantes", lamenta el organismo de la OCDE. Los subsidios gubernamentales para fomentar el uso de las renovables alcanzaron los 64.000 millones de dólares en 2010 por los 409.000 millones destinados a fomentar energías contaminantes como el petróleo y el carbón
Más información:
http://www.cop17-cmp7durban.com/
http://unfccc.int/meetings/durban_nov_2011/meeting/6245.php
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