Se
celebra el 20º aniversario de ambas iniciativas europeas
Entre
ellas gestionan 5.000 millones de euros y 26.000 espacios naturales gestionados
Este sábado
en Madrid, el lunes en Cornellà de Llobregat (Barcelona), el próximo viernes en
Pamplona y, antes de que acabe este mes, en otras cuatro localidades españolas
sin concretar, se celebran diversos actos (más de 300 en toda Europa) de conmemoración del
20º aniversario el programa europeo LIFE. Este instrumento financiero de la
Comisión Europea se ha convertido en muchos casos en la única vía de
conservación, restauración y gestión de determinadas especies y hábitats de la
Unión Europea y, muy posiblemente, la mejora en la situación de animales
emblemáticos como el lince ibérico y el oso pardo cantábrico no se habría
conseguido sin los LIFE aprobados año a año desde 1992.
El
LIFE es en muchos casos en la única vía de conservación, restauración y gestión
de especies y hábitats de la UE
Por comenzar
con un ejemplo ilustrativo, el oso pardo es la especie del continente que mayor
número de proyectos LIFE (ahora denominados LIFE+) concentra: 40 en total. Las
dos especies que le siguen (sapo de vientre rojo y un pequeño pez, el cavilat,
catalogado en España en peligro de extinción), con 31 y 29 proyectos
respectivamente, demuestran que los focos del programa no se dirigen solo a las
grandes estrellas de la fauna europea, sino a aquellos animales y hábitats que
requieren una protección especial. Recientemente, la Fundación Oso Pardo, que
lidera el proyecto Corredores
Oso, daba a conocer sus resultados: “Ha generado beneficios directos e
indirectos para la conservación del oso pardo y su hábitat y para garantizar la
conservación de los sitios de la red Natura 2000 y la coherencia de la red.
Se
ha reducido el riesgo de conflictos entre humanos y osos, y favorecido la
aceptación social de la especie en el corredor interpoblacional (en la
cordillera Cantábrica)”.
La división
de Naturaleza y Biodiversidad forma uno de los dos grandes grupos financiados
desde los LIFE+, el otro es de Política y Gobernanza Ambiental, que incluye
principalmente iniciativas vinculadas a los residuos y la gestión del agua, con
aportaciones también a campos que tocan el ahorro y la eficiencia energética,
el medio ambiente urbano, el cambio climático y el fomento de una agricultura
sostenible. España es uno de los países más beneficiados, con 478 proyectos
aprobados desde 1992 de 3.216 totales (1.256 en Naturaleza y 1.940 en Política Ambiental). El
presupuesto global que ha movilizado este programa asciende a casi 5.000
millones de euros, de los cuales la mitad los ha puesto la Comisión Europea.
Existe un tercer apartado, el de Información y Comunicación, aunque solo suma
50 proyectos.
España
es uno de los países más beneficiados por estas ayudas, con 478 proyectos
aprobados desde 1992 de 3.216 totales
El LIFE+ ha
permitido que cientos de ONG, fundaciones, empresas, entidades locales,
comunidades autónomas y centros de investigación y tecnológicos entren como
coordinadores y socios en varios proyectos. La Fundación Biodiversidad, que
organiza el acto de celebración del aniversario en elReal Jardín Botánico-CSIC de Madrid, ha participado
desde 2006 en 12 proyectos, como coordinadora o simplemente como socia, y el
Gobierno de Navarra, cuya cita con los fastos los tiene el próximo viernes, lo
ha hecho en 31. El director general de Medio Ambiente y Agua de esta Comunidad
Autónoma, Andrés Eciolaza, considera que el LIFE+ “resulta de vital importancia
para restaurar, mejorar y poner en valor el rico patrimonio ambiental que posee
Navarra". "Con ellos no solo hemos conseguido mejorar nuestros
espacios naturales, sino que, sobre todo, hemos hecho una enorme labor de
concienciación social. Por presupuesto, repercusión y resultados, Territorio
Visón es uno de los LIFE de los que más orgullosos nos sentimos”, asegura.
Para el visón
europeo (el segundo mamífero carnívoro más amenazado de Europa tras el lince)
se han aprobado cinco proyectos en España dentro de su área de distribución
(Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón y Castilla y León). En todos ellos, la
protección y restauración de sus hábitats naturales aparece como actuación
prioritaria. Es aquí donde entra en acción el otro cumpleaños, el de la
aprobación de la Directiva Hábitats, que impulsa la creación de la red de
espacios más importantes del continente europeo Natura 2000. El resumen de la
aplicación de esta normativa se concreta en la demarcación de 26.106 espacios
que abarcan 949.910 km2, de los cuales 751.150 son terrestres y 198.760 son
marinos.
Para
el visón europeo, especie amenazada, se han aprobado cinco proyectos en España
dentro de su área de distribución
España es uno
de los países que más superficie aporta a la red, con 1.787 espacios que ocupan
147.591 km2, de los cuales 137.317 son terrestres (más de una cuarta parte de
la superficie total) y 10.275 marinos. Sin embargo, así como existe unanimidad
en los parabienes hacia el programa LIFE en nuestro país, el repaso a los 20
años de Directiva Hábitats no concita la misma respuesta. El principal escollo
está en pasar de la declaración a la protección efectiva, de los lugares de
interés comunitario (LIC) ahora demarcados a las zonas de especial conservación
(ZEC) con sus planes de gestión aprobados. Ecologistas en Acción considera que
en este caso el balance de los veinte años es negativo.
“Las
comunidades autónomas han incumplido sistemáticamente todos los plazos de
declaración de ZEC y sus planes de gestión”, recuerda uno de los portavoces de
Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber. “En España solo se han declarado un 20%
de las ZEC que le corresponden –prosigue–, pero es que antes, durante el
período de delimitación de los LIC, ya se incumplió la Directiva Hábitats al
sacar de ellos zonas de gran valía en las que posteriormente se construyeron
estaciones de esquí, desarrollos urbanísticos e infraestructuras de
transporte”. El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel
Arias Cañete, advirtió ayer en una comparecencia en el Congreso que “la
protección que debe dispensarse a los espacios de la red Natura 2000 no puede
amparar una restricción absoluta de cualquier actividad del hombre. La gestión
de estos espacios tendrá que conjugar esas necesidades”.
La
vinculación entre el programa LIFE+ y la Directiva Hábitats es muy estrecha y
necesaria, ya que, según informan desde el primero, se incentivan buenas
prácticas y la consolidación y ampliación de espacios en la red Natura 2000. El
50% del presupuesto total se concentran en especies y espacios integrados en la
Directiva Hábitats. Sonia Castañeda, directora de la Fundación Biodiversidad,
pone el ejemplo de un proyecto actualmente en ejecución, Indemares. “Gracias
a iniciativas como esta se ampliará Natura 2000 en España, porque la intención
es identificar espacios marinos que reúnan las condiciones para su integración
en la red”, afirma Castañeda. Theo Oberhuber insiste en evitar la incongruencia
de “financiar proyectos beneficiosos para el medio ambiente con el LIFE+ y
recibir otros fondos europeos que lo destrozan con diversas infraestructuras, a
la par que no se desarrolla adecuadamente la red Natura 2000”.
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