WWF España ha
desarrollado una aplicación informática que ajusta el riesgo de los cultivos.
De momento,
el proyecto solo abarca Daimiel, pero se quiere ampliar a otros municipios.
Parece que
algo esta cambiando en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. La recuperación
del acuífero 23 y del humedal, gracias a las oportunas lluvias invernales
caídas entre 2009 y 2011, permiten ahora deleitarse con 1.200 hectáreas de
laguna (el 80% de la superficie inundable) que está recibiendo a las aves
estivales, garza imperial, garcilla cangrejera, pato colorado… También algunos
agricultores, principales causantes de la sobreexplotación hídrica del
acuífero, consideran ahora que son “los primeros interesados en conservarlo”,
como declara convencido el presidente de los regantes de Daimiel, Jesús
Pozuelo. Una forma de pensar que ha calado hondo en las nuevas generaciones, el
hijo de Pozuelo dirige una empresa de ecoturismo, que depende de la buena salud
del humedal.
¿Espejismo o
realidad? “Más bien un espejismo, porque como se siga regando como hasta ahora
es imposible conseguir la recuperación de acuífero y del humedal”, advierte
Alberto Fernández, responsable de la política de aguas de WWF España. Por este motivo, la
organización ecologista ha puesto en marcha un proyecto que busca mantener la
biodiversidad del entorno, que incluye la implicación y concienciación de la
población de la zona. La iniciativa propone a los regantes la utilización de
una herramienta informática (ACUAS), que permite elaborar un plan de riego y
así ajustar los cultivos a los permisos de utilización de agua subterránea que
varían anualmente, dependiendo del estado del acuífero. También se plantarán
entre 10.000 y 11.000 tocones al año de encina y coscoja, hasta que finalice el
proyecto en 2014.
“De momento
se han adherido al sistema informático 130 explotaciones de las 710 que hay en
Daimiel”, dice el presidente de los regantes de este término municipal. Lo que
no quiere decir, advierte, que los que no estén en el sistema utilicen el agua
sin ningún control. WWF pretende asesorar a 250 agricultores de esta forma,
todos de Daimiel. Una mínima parte si se tiene en cuenta que en dicho término
se cultivan 24.000 hectáreas frente a las 150.000 hectáreas de regadío que
disminuyen a 115.000 en los años húmedos, que cultivan otros municipios con el
agua del mismo acuífero. “Queremos seguir, porque hay muchos agricultores que
desperdician agua. Y estamos hablando de una herramienta sencilla y barata de
mantener”, sostiene Fernández. En octubre tendrán los datos concretos sobre el
ahorro obtenido.
El objetivo
final es conseguir que 600 hectáreas de Las Tablas estén siempre inundadas en
verano.
“Con este nivel se estabilizaría el ecosistema y se mantendrían las
plantas acuáticas”, sostiene. Eso ocurrirá solo si se logra que reaparezcan los
auténticos Ojos del Guadiana, y que el cauce de este río hasta Las Tablas de
Daimiel, ahora seco y cubierto de cultivos, se vuelva a llenar. Las últimas
mediciones del pasado lunes, 23 de abril, sitúan el nivel del agua en esa zona
a 9,9 metros de la superficie. Algo espectacular porque desde 1994 este nivel
se mantenía en 42 metros. “El río Guadiana debería aportar 35 hectómetros
cúbicos anuales al Parque (o lo que es lo mismo llenar 35 veces el estadio
Santiago Bernabeú entero). En este momento el humedal está lleno debido a las
lluvias pasadas y a las aportaciones del río Azuer”.
“En la
actualidad existe un déficit entre lo que recarga el acuífero y lo que se
gasta”. El Plan Especial del Alto Guadiana establece que para conseguir
recuperar las Tablas en 2027 solo se pueden sacar 120 hectómetros cúbicos año y
en este momento son casi 300. “La buena noticia es que gracias a las lluvias de
estos años creemos que la fecha para alcanzar el objetivo se puede adelantar al
2021”, señala Fernández.
El proyecto
actual de WWF en Las Tablas cuenta con el apoyo económico de Coca Cola y se
complementa con la compra de fincas que la administración pública inició en
2001. La adquisición implica el rescate de pozos y de los derechos para sacar
agua del acuífero. De momento se han comprado 1.900 hectáreas por 28 millones
de euros. “Otra operación que tiene mucho de estética por un lado, porque
favorece el mantenimiento del agua en el humedal, pero no la recarga del
acuífero”. La política de compra sigue adelante, aunque teniendo en cuenta la
situación económica actual, afirma Basilio Rada, director del Organismo
Autónomo de Parques Nacionales.
El presidente
de los regantes de Daimiel opina que las administraciones han cambiado su forma
de actuar en la zona. "Aquí los políticos han mirado en otra dirección
para no ver las extracciones disparatadas que se estaban haciendo y en muchos
casos ha habido incentivos para poner en riego tierras que siempre habían sido
de secano. Ahora es diferente". Pero aún así opina que se va “despacio,
despacio”. No entiende que a estas alturas todavía haya expedientes sin
resolver de pozos que están extrayendo agua sin documentación. "¿Que si
son ilegales? Bueno, nosotros usamos otra palabra menos fuerte: irregulares.
Realmente lo único que habría que hacer sería clausurarlos y se acabaría el
problema, pero no se hace”, concluye.
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