Los killis,
vocablo holandés que significa 'pequeño torrente de agua', son peces de agua
dulce que están presentes en todos los continentes excepto en Oceanía.
Se
caracterizan por su gran colorido y capacidad de adaptación y entre ellos se
encuentra el vertebrado animal de vida más corta, sólo tres meses, que es capaz
de reproducirse a la semana de nacer y es objeto de estudio de los científicos
que investigan con él el envejecimiento celular.
En una
entrevista con Efe, el presidente de la Sociedad Española de Killis, José Ramón García Gil, ha
explicado la peculiaridad de algunas especies de estos peces que a lo largo de
los siglos han logrado adaptarse a medios tan extremos como el desierto del
Valle de la Muerte, entre Nevada y California, donde se llegan a alcanzar los
150 grados de temperatura.
Allí, en el
Agujero del Diablo, habita el Cyprinodon Diabolis, "el pez más protegido
de EEUU", del que se cuentan entre 150 y 500 ejemplares "en el mejor
de los casos".
"Los
killis tienen tres tipos de reproducción: anual, semianual y no anual", ha
indicado. Aquellos que se reproducen de manera anual viven en zonas de África y
Latinoamérica, lugares que sólo cuentan con dos estaciones; una época de lluvia
y otra de sequía, que están "muy marcadas".
"Habitan
charcas y lagunas que tienen agua el tiempo que dura la estación de lluvias, y
cuando deja de llover y las altas temperaturas provocan que el agua se evapore,
entonces los peces mueren", ha señalado.
Para
perpetuar la especie, estos peces entierran sus huevos en la tierra durante la
época de lluvias. Cuando el biotopo se seca, los huevos permanecen enterrados
hasta que de nuevo se producen las lluvias. Es entonces cuando los huevos
eclosionan, "por eso en Latinoamérica se les conoce como los peces que
nacen con la lluvia".
García Gil ha
explicado la razón de este tipo de reproducción: "Esto se produce porque
existe una diapausa -un parón en el desarrollo embrionario del huevo que se
puede prolongar incluso durante años- hasta que llega de nuevo la estación
lluviosa".
Esta peculiaridad
en el modo de reproducción ocurre únicamente en algunas especies de killis,
según ha asegurado García Gil.
Otras
variedades de killis tienen una reproducción semianual -pueden optar por la
anual o por desarrollar los huevos en el agua- y por último existe un tipo de
reproducción no anual -el desarrollo embrionario se produce siempre en el agua
y son peces con una gran capacidad de salto que se mueven entre las hojas hasta
encontrar una charca con agua-, se localizan en la selva de Sudamérica y en Asia.
En el caso de
España, existen tres especies autóctonas que se encuentran en el Levante y la
zona sur. Son el Aphanius Iberus, el Aphanius Baeticus y la Valencia Hispanica.
"Estas
tres especies se encuentran en peligro de extinción debido a la introducción de
especies foráneas, que depredan sobre ellas y las desplazan de los nichos
biológicos, la contaminación y el desarrollo urbanístico", ha lamentado.
La SEK
cría en cautividad estos ejemplares para reintroducirlos después en el medio.
De esta manera, el año pasado se introdujeron 4.000 nuevos ejemplares.
La SEK
participa también con el Zoo de Viena en el programa de conservación del
Aphanius Sirhani, del que hace 15 años se contabilizaron únicamente 8
ejemplares que habitan sólo en un oasis de Jordania.
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