Según el estudio, que ha
publicado recientemente la revista Zootaxa, Uroptychus cartesi pertenece
a una familia (Chirostylidae) poco diversa en el océano Atlántico
Durante una
de las expediciones de la campaña de investigación INDEMARES que
estudia el Banco de Galicia, un equipo de científicos capturó en agosto de 2011
una nueva especie de cangrejo de no más de siete centímetros –incluyendo las
patas– en las profundidades marinas menos estudiadas, a 1.410 metros.
Según el
estudio, que ha publicado recientemente la revista Zootaxa, Uroptychus
cartesi pertenece a una familia poco diversa en el océano Atlántico (Chirostylidae),
de las que solo cuatro especies habitan la zona europea –tres de ellas se
describieron a finales del siglo XIX y la cuarta en 1976– y 14 la zona
americana, a diferencia del Indo–Pacífico donde hay más de 100.
A pesar de su
localización frente a las costas gallegas, este crustáceo es único en la parte
más oriental del Atlántico debido a la mayoría de sus rasgos morfológicos: se
diferencia de las especies europeas sobre todo por la forma y el número de
espinas de su caparazón. Sin embargo, se asemeja más a una especie del Mar
Caribe, Uroptychus armatus.
“Su
proximidad a las especies del Caribe es lógica, ya que todas las especies del
Atlántico Norte tienen rasgos comunes y probablemente tienen un mismo origen ya
que sus ancestros invadieron el Atlántico procedentes del Pacifico y del Índico
hace varios millones de años”, aclara a SINC Enrique Macpherson, coautor del
estudio e investigador en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes
(CEAB-CSIC).
Un crustáceo muy ‘tímido’
El pequeño
cangrejo, de color anaranjado, vive asociado a gorgonias y corales profundos y
“suele ser abundante en montañas y cañones submarinos donde ha habido poca
explotación pesquera”, explica Macpherson, quien añade que tanto gorgonias como
corales son los primeros en desaparecer de las zonas de arrastre.
Los
investigadores averiguaron que las larvas de este cangrejo, que pertenece al
grupo de los cangrejos ermitaños sin parecerse a ellos, tienen una baja
capacidad de dispersión ya que “pasan muy pocos días en fase planctónica”. El
trabajo también apunta que suele alimentarse de pequeños crustáceos y de
material particulado.
Adopta el
nombre de Uroptychus cartesi en honor al investigador Joan Cartes del
Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, por su “importante contribución al
conocimiento de la fauna ibérica de las profundidades marinas”. Macpherson y su
compañero Keiji Baba, de la Universidad Kumamoto (Japón), señalan que Cartes
fue además el primero en reconocer que los individuos de esta especie eran
inusuales.
Los seis
ejemplares capturados fueron depositados en el Instituto de Ciencias del Mar en
Barcelona y en el Museo Nacional de Historia Natural de París (Francia).
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