La Comisión Europea (CE)
ha anunciado que ha extendido en 25.000 kilómetros cuadrados la superficie
de la red Natura 2000, el programa comunitario de espacios naturales protegidos
que es el principal instrumento de la Unión Europea (UE) para conservar la biodiversidad
en su territorio.
En concreto,
Bruselas ha decidido aprobar oficialmente la inclusión en la red de 235
espacios adicionales que los Estados miembros habían propuesto para ser
declarados "lugares de importancia comunitaria", explicó en un
comunicado.
Los Estados
miembros disponen ahora de seis años para poner en marcha las medidas
necesarias de protección de esas zonas.
En esta nueva
actualización se han incluido espacios de veinte Estados miembros que se
clasifican en las nueve regiones biogeográficas de la red: alpina, atlántica,
boreal, continental, estépica, macaronésica, del mar Negro, mediterránea y
panónica.
Así, Natura
2000 ocupa ahora 768.000 km2 de la superficie terrestre de la UE (el 17,9 %) y
más de 217.000 km2 de su superficie marina (aproximadamente el 4 %).
El comisario
europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, afirmó que la red Natura 2000 es
"la espina dorsal de nuestros esfuerzos por conservar el patrimonio
natural, y su importancia para la biodiversidad es fundamental".
Señaló
también que ofrece "atractivos espacios que descubrir y en los que
descansar", y añadió que "brinda muchas posibilidades de desarrollo
de nuevas actividades económicas basadas en esos valiosos activos
naturales".
Los países
que más han contribuido a la ampliación de la red en esta ocasión son el Reino
Unido, Rumanía, Letonia, Italia, Suecia, Bulgaria, Dinamarca, Francia,
Eslovaquia, Estonia y Malta.
La aportación
más significativa ha sido la designación por el Reino Unido de Dogger Bank (de
12.330 km2), un espacio marino poco profundo caracterizado por sus bancos de
arena sumergidos y situado en la parte central del mar del Norte.
Junto con los
lugares alemanes y neerlandeses adyacentes, crea un extenso espacio Natura 2000
transfronterizo que ocupa más de 18.000 km2.
Esta área ha
sido designada por sus hábitats de bancos de arena, enormemente productivos,
que son zonas importantes de desove y cría de muchas pesquerías comerciales. La
designación facilitará la gestión coordinada de la zona, en particular los
esfuerzos conjuntos de esos tres Estados miembros por desarrollar medidas
adecuadas en materia de pesca.
Por otra
parte, las principales aportaciones a la red en el mar Báltico han sido diez
nuevos espacios marinos (de 4.000 km2) designados por Suecia y Letonia, que
cuentan con hábitats de arrecifes y bancos de arena ricos en especies y ofrecen
zonas de alimentación vitales para focas y peces migratorios.
En proporción
a su tamaño, el país cuya contribución ha sido más importante es Malta, que ha
designado ya 183 km2 de espacios marinos, creando así una base para una sólida
red marina en las aguas circundantes.
Los nuevos
espacios marinos malteses contribuirán a la conservación de los lechos de algas
posidonia y los arrecifes sumergidos.
Por último,
la mayor ampliación de la red en tierra ha tenido lugar en Rumanía, donde se
han añadido 109 lugares y se han extendido muchos espacios existentes, de
manera que ahora la superficie total protegida por la red en ese país ocupa
casi 42.000 km2.
Se han
incorporado a la red muchos bosques y praderas con numerosas especies, y
hábitats vitales para especies raras y en peligro, en particular de anfibios y
murciélagos.
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