En un mundo que se
calienta, esto significa que las raíces del árbol son más propensas a crecer en
la capa mineral del suelo, rompiendo la roca en partes que eventualmente se
combinan con dióxido de carbono.
Las raíces de
los árboles en las montañas pueden desempeñar un papel importante en el control
de la temperatura global a largo plazo.
Investigadores
de las universidades de Oxford y Sheffield, en Reino
Unido, han encontrado quelas temperaturas afectan al espesor de la hojarasca y
las capas de suelo orgánicas, así como la velocidad a la que crecen las
raíces de los árboles.
En un mundo
que se calienta, esto significa que las raíces del árbol son más propensas a
crecer en la capa mineral del suelo, rompiendo la roca en partes que
eventualmente se combinan con dióxido de carbono.
Este proceso,
llamado meteorización, saca dióxido de carbono de la atmósfera y enfría el
planeta. Los investigadores dicen que esta teoría sugiere que los ecosistemas
montañosos han actuado como el termostato de la Tierra, abordando el
catastrófico riesgo de recalentamiento o enfriamiento durante millones de años.
En su trabajo
publicado en la edición digital de 'Geophysical Research Letters', los
investigadores llevaron a cabo estudios en las selvas tropicales de Perú, la
midiendo las raíces de los árboles en diferentes sitios a distintas alturas,
desde las tierras bajas amazónicas a las cadenas montañosas más frías de los
Andes.
Los autores
midieron el crecimiento de las raíces de los árboles a 30 cm debajo de la
superficie, cada tres meses durante varios años en cada uno de los sitios, en
los que también estudiaron el espesor de la capa orgánica por encima del suelo.
A continuación, combinaron esta información con datos existentes de la
temperatura mensual, la humedad, la lluvia y la humedad del suelo para calcular
el proceso de descomposición de las rocas de basalto y granito que hay en las
sierras de Perú.
Con este
modelo, basado en datos de campo en Perú, los científicos fueron capaces
de ampliar su investigación con el fin de calcular la probable contribución de
los bosques de montaña de todo el mundo con las tasas globales de
meteorización.
Luego, los
investigadores calcularon la cantidad probable de carbono para ser retirado de
la atmósfera a través de la meteorización cuando la Tierra se volvió muy
caliente. Se estudiaron las erupciones volcánicas en India hace 65 millones de
años (conocidas como las trampas de Deccan). El modelo también les permitió
calcular el proceso de meteorización y reacción del carbono después de que la
Tierra se enfriara hace 45 millones de años, cuando se formaron grandes cadenas
montañosas como los Andes y el Himalaya.
El
investigador principal, Chris Doughty, de la Escuela de Geografía y Medio
Ambiente de la Universidad de Oxford, señala: "Este es un proceso simple
impulsado por el crecimiento de la raíz del árbol y de la descomposición de
material orgánico. Sin embargo, puede contribuir a la estabilidad del clima de
la Tierra a largo plazo. Parece actuar como un termostato, eliminando más
dióxido de carbono de la atmósfera cuando hace calor y menos cuando está más
fresca".
"Una
serie de eventos climáticos de los últimos 65 millones de años se ha traducido
en un aumento y una dismimución de las temperaturas globales. Sin embargo, el
proceso de desgaste que regula el dióxido de carbono en la atmósfera puede ser
amortiguado por los bosques que crecen en las partes montañosas del mundo. En
el pasado, este proceso natural puede haber impedido al planeta alcanzar
temperaturas que sean catastróficas para la vida", concluye.
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