Rusia,
China y EEUU hacen grandes anuncios en la Cumbre Mundial de Parques
El
Gobierno español, con una delegación anecdótica, no ha realizado
ningún compromiso
Si
todos los líderes mundiales hicieran promesas de protección de la
naturaleza al mismo ritmo que el seguido hoy en Sidney (Australia),
la conservación del planeta estaría garantizada en unas pocas
horas. El Congreso Mundial de Parques, un evento que se celebra una
vez cada década y que ha reunido a miles de delegados de 165 países,
ha culminado con más de 100 compromisos concretos realizados por
gobiernos y organizaciones no gubernamentales, cuyo espíritu se ha
resumido en un vago documento denominado La Promesa de Sidney.
Las
promesas incluyen 60 millones de hectáreas de áreas protegidas
consolidadas en el Amazonas brasileño para 2020, el blindaje frente
a la actividad industrial de 600.000 kilómetros cuadrados —una
superficie mayor que la de España— en la provincia canadiense de
Quebec y la plantación de 1.300 millones de árboles a lo largo de
la histórica Ruta de la Seda a cargo de la china Fundación Elion y
Naciones Unidas.
En
la ceremonia final del congreso, el ministro de Medio Ambiente
australiano, Greg Hunt, ha prometido terminar con el vertido de barro
en la Gran Barrera de Coral. Un año antes, él mismo aprobó un
vertido de tres millones de metros cúbicos de sedimentos procedentes
de un dragado para ampliar el puerto de carbón de Abbot Point. En el
congreso, organizado por la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza (UICN), Hunt también ha anunciado un acuerdo con
China para lograr “la prohibición permanente” de la minería en
la Antártida.
Rusia
protegerá hasta el 22% de su territorio terrestre para "promover
el patriotismo"
El
ministro ruso de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Sergei Donskoi,
también ha hecho grandes promesas. Rusia ha anunciado la creación
de al menos 27 nuevas áreas protegidas antes de 2020 e intentará
llegar a la protección del 22% de su territorio terrestre, con los
objetivos declarados de “promover el patriotismo” y aumentar su
prestigio internacional. El anuncio supone un giro radical a las
políticas heredadas de la URSS, que llegó a abolir los zapovedniks,
los parques con mayor grado de protección medioambiental. En 1961,
el dirigente soviético Nikita Jrushchov afirmó en el Congreso del
Partido Comunista: “¿Qué les pasará a los bosques si no son
protegidos como zapovednik? Nada”.
La
delegación rusa ha tenido una gran presencia en el congreso y ha
exhibido sus maravillas naturales, como el Lago Baikal y los volcanes
de Kamchatka. El ministro Donskoi ha anunciado que la próxima
edición del evento, en 2024, se organizará en su país.
El
presidente de Madagascar, Hery Rajaonarimampianina, también se ha
sumado a la ametralladora de promesas medioambientales en Sidney. Su
país alberga el 5% de las especies de animales y plantas del planeta
y más de 200.000 no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.
Rajaonarimampianina se ha comprometido a triplicar las áreas marinas
protegidas de su país, la misma promesa que ha realizado Sudáfrica,
fijándose un plazo de 10 años.
El
Gobierno español ha enviado a cinco técnicos a un congreso con
cinco presidentes y una quincena de ministros de Medio Ambiente
El
Gobierno español, que ha enviado una anecdótica delegación de
cinco técnicos del Ministerio de Medio Ambiente a Sidney, no ha
realizado ninguna promesa concreta, según fuentes de la UICN. Al
Congreso Mundial de Parques no ha acudido ni el director del
Organismo Autónomo Parques Nacionales, Basilio Rada, envuelto en una
polémica por ocultar las críticas internas a la reforma de la Ley
de Parques Nacionales. En Sidney se han reunido cinco presidentes y
primeros ministros, una quincena de ministros de Medio Ambiente y los
líderes de las principales ONG ecologistas del planeta.
La
Junta de Andalucía sí se ha comprometido por su cuenta a terminar
en un año los trámites necesarios para que la malagueña Sierra de
las Nieves sea declarada parque nacional, según explica en Sidney
Esperanza Perea, directora general de Espacios Naturales del Gobierno
andaluz. La Sierra de las Nieves, con 3.000 hectáreas de un abeto
amenazado de extinción, el pinsapo, sería el tercer parque nacional
andaluz, tras Doñana y Sierra Nevada.
En
Australia, la delegación de EEUU, dirigida por la secretaria de
Interior, Sally Jewell, ha firmado un acuerdo con la República de
Kiribati, un archipiélago en el océano Pacífico al noreste de
Australia. Su objetivo es proteger unas 490.000 millas náuticas
cuadradas alrededor del Monumento nacional marino de las islas
remotas del Pacífico, perteneciente a EEUU, y los despoblados
atolones de las Islas Fénix, en Kiribati.
La
Promesa de Sidney muestra una hoja de ruta para alcanzar el objetivo
internacional de proteger al menos el 17% de la superficie terrestre
y el 10% de los océanos en 2020, aunque reconoce el riesgo de que se
multipliquen los llamados “parques de papel”, sin blindaje real,
si no se mejora la gestión. “Reconocemos que las amenazas a la
naturaleza, su diversidad biológica y las áreas protegidas han
alcanzado su nivel más alto en la historia, debido a la convergencia
a inmensa escala de los patrones de consumo humano, el crecimiento de
la población y la actividad industrial. Muchas áreas protegidas y
conservadas se encuentran en riesgo o son víctimas de una mala
gestión”, subraya el documento final. Solo un 25% de las más de
200.000 áreas protegidas del planeta se considera bien gestionado.
Enlace
del congreso internacional de Sydney:
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