El
proyecto “tiene múltiples aplicaciones para la investigación en
climatología, agricultura, o meteorología”.
La
humedad del suelo en el mundo se determinará a través del satélite
SMAP, que entrará en órbita el próximo día 29, todo ello como
parte de un proyecto conjunto entre la NASA y la Universidad de
Salamanca (USAL).
Según
ha asegurado hoy en rueda de prensa el profesor José Martínez
Fernández, director del Grupo de Recursos Hídricos de la
Universidad de Salamanca, con esta misión científica se pretende
“medir la humedad del suelo a escala planetaria”, algo que en su
opinión es pionero ya que hasta ahora no se había hecho de forma
concreta para el suelo.
Este
profesor ha revelado que la colaboración de su grupo de trabajo, de
la Universidad de Salamanca, consistirá en calibrar y validar los
datos que envíe el satélite SMAP (Soil Moistura Active Passive).
“Nuestra
labor consistirá en medir sobre el terreno de la misma variable que
mida el satélite desde el espacio y contrastar la información
recibida con la real registrada por nosotros en la estación”, ha
agregado.
Este
grupo de trabajo de la Universidad de Salamanca, conocido como Hidrus
-Grupo de Recursos Hídricos-, tiene ya una red permanente de
estaciones para medición del suelo y que está ubicada en la comarca
de La Guareña, en Zamora.
La
red de Hidrus ha sido seleccionada como una de las áreas de trabajo
de la futura misión científica, aunque no es la primera vez que
colabora con la NASA o con la Agencia Espacial Europea.
Un
mapa para calibrar riesgos naturales
El
principal objetivo de la SMAP, que tiene una duración prevista de
tres años, consiste en “proporcionar a la comunidad científica un
preciso mapa de la humedad y de los recursos hídricos del planeta
con múltiples aplicaciones para la investigación en el campo de la
climatología, la agricultura, la meteorología o los riesgos
naturales”.
Sin
embargo, estas aplicaciones no serían utilizables por los
particulares -fundamentalmente “los agricultores”, según el
profesor José Martínez-, hasta un periodo que comenzaría dentro de
cuatro años, aunque eso estaría “en función de la voluntad
política de hacer prácticos los datos que la comunidad científica
aporte”.
La
diferencia de este satélite respecto a otros que han trabajado
también aspectos medioambientales radica en que será “el primero
que será enviado al espacio para medir, como finalidad exclusiva, el
agua que hay en el suelo”.
Más información:
Misión
SMOS, de la Agencia Espacial Europea (ESA) para tomar imágenes sobre
las variaciones globales de la humedad del suelo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu opinión. Siempre es importante aprender de los demás.