Una
investigación del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad
Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) ha analizado la concentración de
microplásticos en el delta del Ebro, con el objetivo de cuantificarlo. Según el
estudio, se calcula que el río Ebro vierte anualmente 2.200 millones de
microplásticos al mar Mediterráneo.
Los
microplásticos son partículas o filamentos de menos de 5 milímetros, y pueden
ser los que se utilizan como materia prima para crear otros productos
(conocidos como primarios) o los generados por la propia degradación de
plásticos más grandes (secundarios). El 70% de los que se han encontrado
correspondían a fibras sintéticas, fragmentos de plástico y films.
Laura Simón, una de las autoras del estudio, explica que los que se han
encontrado tienen mayoritariamente un origen textil.“Hay que seguir
investigando para ver qué impacto tiene realmente nuestra ropa en el medio
ambiente”, opina.
El
artículo, publicado en la revista Science of the Total Environment ,describe que los ríos
son una de las mayores entradas de plástico a los mares y océanos. Después,
este tipo de contaminantes se acumula en las playas. La autora, que es
investigadora del ICTA-UAB, asegura que no se ha analizado toda la columna de
agua, sino únicamente las zonas más superficiales del río, las playas del norte
del delta del Ebro y los sedimentos, por lo que la concentración de estos
microplásticos podría ser mayor.
El río
Ebro es el segundo más largo de la península ibérica. Sin embargo, los autores
consideran que la abundancia de estos contaminantes podría ser superior en ríos
próximos a zonas urbanas, que no tienen que ser especialmente largos ni
caudalosos.
Simón
pone en manifiesto que será necesario continuar investigando los posibles riesgos
que puede tener para la salud humana la acumulación de este tipo de
contaminantes en zonas de pesca y acuicultura: “La zona del delta del Ebro y
los alrededores es importante para la pesca deportiva y las piscifactorías que
hay, por lo que es fundamental cuantificar cuántos microplásticos hay en el
medio ambiente y cómo pueden afectar al organismo”.
Recientemente,
un estudio realizado por gastroenterólogos de la Universidad de Viena analizó
las heces de un grupo de personas de nueve países distintos y descubrió que, de
media, había 20 microplásticos por cada 10 gramos de materia fecal, procedentes
de nueve tipos de plástico distintos. Se confirmaba así que los plásticos están llegando al instestino. Sin embargo, el
impacto de este tipo de contaminantes en la salud de los humanos es una
pregunta a la que la ciencia todavía debe responder.
Fuente y
más información:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048969719327391?via%3Dihub
https://ictaweb.uab.cat/?setLanguage=es
https://ictaweb.uab.cat/?setLanguage=es
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