Calor, fuego y
deshielo galopantes. Son las tres palabras que mejor describen la particular
situación que viven este verano las regiones árticas, que también están
sufriendo episodios de altísimas e inusitadas temperaturas. Los países y
regiones ribereñas del océano ártico (particularmente Alaska, Canadá, Siberia,
Groenlandia y sus aguas oceánicas) registran un calentamiento mucho más acusado
que el resto del planeta. Y lo que sucede este verano es una evidencia más.
Las
temperaturas en las regiones árticas se han disparado este verano y han
provocado condiciones muy favorables para los incendios forestales. En
paralelo, el ritmo de los deshielos en todo el círculo polar ártico se ha
acelerado y marca niveles similares a los del 2012, el año con más deshielos.
Cuando uno
piensa en Groenlandia, probablemente le vienen a la mente imágenes de un
paisaje helado, áspero e inhóspito, y no un paisaje de hielo lleno de estanques
y arroyos transformados en ríos furiosos. Pero esta es la imagen actual que
ofrece esta gran isla, a la que ha llegado de lleno la ola de calor que afectó
a Europa la semana pasada. La consecuencia es un derretimiento de su plataforma
helada sobre tierra, que podría alcanzar sus mínimos históricos.
El 30 de julio
se registró una temperatura de 20,6 ºC en la estación de Qaarsut (en la zona
occidental de Groenlandia, cerca del paralelo 71° N), y en la estación Norte,
situada a 900 kilómetros del Polo Norte, se registró una temperatura de 16 °C.
Fuego. Esta imagen del 23
de julio muestra cómo las regiones árticas de Alaska y Canadá registraban más
de 100 incendios forestales, visibles como puntos amarillentos.
Groenlandia ya
experimentó un intenso episodio de deshielo entre los días 11 y 20 de junio.
El
31 de julio fue el día con un derretimiento más grande (desde al menos el año
2012). El 60% de la capa de hielo perdió al menos 1 milímetro mientras que se
vertieron en el océano más de 10.000 millones de toneladas de hielo, según los
datos del Portal Polar, un sitio web administrado por instituciones danesas de
investigación polar y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo.
Así, desde el 1
de junio, la capa de hielo ha perdido un total de 240.000 millones de
toneladas, una cifra muy cercana a la registrada al acabar el año 2012 (290.000
millones de toneladas).
“El deshielo
podría batir el récord de 2012, ya que se prevé que se mantengan las
temperaturas templadas y que la temporada de deshielo dure hasta finales de
agosto. Entonces sabremos cuáles son las cifras definitivas de la temporada”,
ha explicado la climatóloga del servicio meteorológico danés Ruth Mottram a
Euronews.
Las
consecuencias son un enorme vertido de agua dulce y fría sobre el Atlántico
Norte, que puede alterar las corrientes oceánicas y hará subir el nivel del
mar. Durante un año como 2012 o 2019, el agua producida por la capa de hielo de
Groenlandia aporta más de 1 milímetro a los niveles globales del mar, según
Jason Box, profesor y climatólogo en el Servicio Geológico de Dinamarca y
Groenlandia.
Otras regiones
del círculo polar ártico también se han visto afectadas por las altas
temperaturas. Los termómetros han marcado registros hasta 10 grados más de lo
normal para estas fechas.
En
el océano ártico la superficie helada se sitúa en niveles del 2012, año que marcó la extensión
mínima
Anchorage, la
ciudad más poblada de Alaska, sufrió una insólita ola de calor el 4 de julio,
cuando el mercurio registró 32ºC y superó el anterior récord (29,4ºC). Las
localidades de Kenai, Palmer y King Salmon, también en Alaska, sufrieron
situaciones parecidas (más de 30ºC). “Estas temperaturas tan elevadas son
altamente inusuales, pero no inesperadas”, declara a este diario Michael
Sparrow, científico principal del programa mundial de Investigación del clima
de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). “Conforme la Tierra se calienta a
causa del cambio climático, las temperaturas extremas se vuelven cada vez más
probables”, explica.
Estos episodios
cálidos han propiciado además grandes incendios forestales en algunas de estas
regiones árticas, incluida Groenlandia. Los incendios forestales declarados en
Siberia hasta el 29 de julio han afectado a una superficie de 33.200 km2, según
la Administración rusa. En total, se han registrado 745 focos activos, que han
provocado un daño ecológico ingente. El humo fue claramente visible desde el
espacio.
“No es raro que
haya incendios en regiones árticas en verano”, declara a este diario Mark
Parrington, experto del servicio de vigilancia atmosférica de Copernicus. “Lo
inusual es la latitud y la intensidad de estos últimos, así como su duración”,
sentencia. Las emisiones de CO2provocadas por los incendios forestales
declarados en el círculo polar ártico ascendieron a 75,5 millones de toneladas,
un valor comparable a las emisiones anuales por la quema de combustibles
fósiles en Colombia en el 2017.
Ríos. El caudal de los
hielos derretidos fluye en el fiordo cerca de Kangerlussaq, al oeste de
Groenlandia (izquierda), antes de que entre en agujeros que conducen al mar
“Al quemar
vegetación, los incendios forestales también reducen la capacidad de la
biosfera para absorber dióxido de carbono. Si se quiere luchar contra el cambio
climático, es preciso aumentar esa capacidad”, dice Oksana Tarasova, experta de
la OMM. Todo ello ha comportado una reducción importante del hielo marino en el
Ártico. En julio, la superficie de este hielo marino se situó en el mismo nivel
que en el 2012, año en que tuvo la menor extensión desde que se hacen registros
por satélite (1979), según el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la
Universidad de Boulder en Colorado (EE.UU.).
Las elevadas
temperaturas son una constante este año. Julio, al menos, igualó, si no superó,
el mes más caluroso desde que se iniciaron los registros a mediados del siglo
XIX, según los nuevos datos de la OMM. El hecho se produce después de que el
mes de junio también batiera su propio récord de temperaturas más altas. La OMM
espera que el 2019 sea uno de los cinco años más cálidos registrados y que el
periodo 2015-2019 se convierta en el más caluroso en comparación con
quinquenios anteriores. “Se está acabando el tiempo para manejar aumentos
peligrosos de temperatura con múltiples impactos en nuestro planeta”, dijo
Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Datos
de la OMM
Julio igualó, si no superó, el mes más caluroso de la historia a nivel mundial
Julio igualó, si no superó, el mes más caluroso de la historia a nivel mundial
Los datos son
particularmente significativos porque el año 2019, a diferencia del 2016, no ha
estado marcado por un fuerte El Niño, un fenómeno consistente en un fuerte
calentamiento de las aguas del Pacífico tropical con impacto en todo el mundo.
“Sólo este año,
hemos visto que se batían récords de temperatura desde Nueva Delhi hasta
Anchorage, desde París hasta Santiago, desde Adelaida y hasta el Círculo Polar
Ártico. Si no tomamos medidas sobre el cambio climático ahora, estos eventos
climáticos extremos se convertirán sólo en la punta del iceberg”, añadió António
Guterres, secretario general de la ONU.
Bélgica,
Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido tuvieron el día 25 de
julio las temperaturas más altas de su historia (desde que se hacen registros).
París registró el 25 de julio su día más caluroso, con una temperatura de 42,6
°C. Es una temperatura típica del mes de julio en Bagdad.
“Estas intensas
y extendidas olas de calor llevan la firma del cambio climático provocado por
el hombre. Todo esto es coherente con el hallazgo científico que muestra
evidencias de sucesos meteorológicos más frecuentes, prolongados e intensos a
medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero conducen a un
aumento de las temperaturas mundiales”, señala Johannes Cullmann, director del
departamento de Clima y Agua de la OMM.
Fuente y más
información:
https://public.wmo.int/es
https://public.wmo.int/es
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