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sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Economía y ecología pueden ser compatibles?


A pesar de compartir sus tres primeras letras, "economía" y "ecología" no parecen compartir ningún objetivo ni método. No obstante, durante unas jornadas de la Universidad Carlos III que tuvo en Noviembre dedicadas a este tema, hemos preguntado a diversos expertos si "economía ecológica" es un concepto descabellado o una alternativa real.

¿Son compatibles economía y ecología?
"No veo ninguna distinción" asegura el director de la consultora ambiental Logica'eco, Francisco Romero, quien también señala que la economía es "la ciencia por la que se regulan los recursos, ésta no puede llevarse a cabo pensando que son ilimitados". En la misma línea se expresa el presidente de la consultora de formación Élogos, Mariano Baratech, que además de compatible, lo considera "absolutamente necesario".

Se trata de una coincidencia que se extiende a la mayor parte de los entrevistados, en cuyas respuestas también trasciende la idea de que la culpable de esta supuesta incompatibilidad es la política económica actual.

¿Podría explicar las diferencias entre economía actual y ecológica?
Aristóteles distinguió entre "hoyconomía", entendida como la administración de recursos y satisfacción de necesidades ,y la "crematística" o "arte de hacer dinero", explica el escritor, sociólogo y ecologista, Jorge Riechmann: "la segunda, como ya hemos vivido con la crisis actual, puede resultar muy destructiva, pero la economía puede ser otra cosa".

¿Qué es, entonces, "economía ecológica"?
"Integrar el pensamiento ecologista en cualquier plantamiento -económico, político o social- y acción humana", según la abogada y escritora Liliana Pineda. "Esta economía no es más que un enfoque ecointegrador", concreta el presidente de Attac España, Ricardo Zaldívar.

¿Cómo se define este enfoque ecointegrador?
Es un planteamiento que critica el actual sistema financiero - "crematística" según la argumentación de Riechmann-, que persigue el rendimiento inmediato a cualquier precio, incluso por encima del aspecto productivo, explica Zaldívar.

Añade que "la economía ecológica es la integración de los planos financiero, productivo y ecológico".

¿Es posible implantar la "economía ecológica" o es una utopía?
"El sistema actual es tan destructivo y autodestructivo, que considero una ilusión, pensar que va a mantenerse mucho más tiempo", responde, tajantemente, Riechmann. Una opinión muy similar a la del galardonado con el premio nacional de Economía y Medio Ambiente José Manuel Naredo: "la utopía, o mejor dicho cacotopía, tal y como planteó el ecólogo Patrick Geddes, es poder mantener nuestro modo de vida. Es imposible".

¿Por qué imposible?
"Porque es imposible mantener un sistema de crecimiento continuo", destaca Naredo. "Por muy doloroso que resulte a algunos sectores sociales, el planeta es limitado", completa el químico y experto en energía Ladislao Martínez, quien también critica algunos problemas ambientales que han devenido del modelo actual y concluye reclamando "un nuevo paradigma y visión global".

¿Un nuevo paradigma y visión global?
Uno de los personajes históricos de la ecología, Kenneth Bouldig, comparó a la Tierra con una nave espacial, en las que los astronautas son conscientes del límite de recursos. El planeta también tiene un límite y Zaldívar nos empuja a extrapolar el ejemplo y asumir lo que él llama "economía de nave espacial". Asimismo, Ladislao Martínez apunta que "no es muy racional que los ricos sigan enriqueciéndose a costa de los más pobres y el medio ambiente".

¿Este paradigma también conlleva cambios sociales?
Liliana Pineda está totalmente convencida y afirma que debemos hacer crecer "la economía de los cuidados", un concepto muy relacionado con la solidaridad. Naredo aporta también el concepto de "náufragos de la competitividad" frente a otros "que sacan tajada de ello".

¿Quiénes serán los actores de los cambios?
Los entrevistados coinciden de nuevo, en este caso al citar a los individuos en el poder y a la población en general, aunque algunos destacan el mayor peso de esta última, de la sociedad en su conjunto.

"En la historia siempre ha ido delante la tecnología y la economía, detrás la sociedad y, por último, la clase política", según el director de Elogos, Baratech. "La ciudadanía no empuja, todavía, para cambiar la mentalidad de los que pueden tomar decisiones", aporta Francisco Romero.

¿La población debe pujar por cambiarse a sí misma?
Se trata de redefinir nuestros parámetros de felicidad, según defienden Ladislao Marínez y Liliana Pineda. El primero tilda de "monstruoso" el modelo actual, "la felicidad entendida como consumo desmesurado de bienes", mientras que para la segunda, el futuro pasa por "aprender a vivir mejor, con menos".

¿En qué momento nos encontramos ahora?
"La sociedad está más concienciada que años atrás", recalca Riechmann, igual que los dos emprendedores "verdes", Romero y Baratech, aunque éstos no olvidan todas las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse para sacar adelante sus negocios.

Francsico Romero no tiene dudas: "la economía del futuro, del siglo XXI, va a ser verde", mientras que Baratech cree que "toda la generación de entre 20 y 40 años, debe dar un paso adelante y decir: quiero una sociedad diferente".
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